El gran don de la Iglesia que alimenta, sostiene y hace crecer nuestra fe

Shanghai, 1 de enero de 2006

Excelencia:
He recibido con mucho gusto, por lo que le quedo enormemente agradecido, la apreciable revista que usted dirige, 30Días, en la que ha tenido la amabilidad de publicar mi carta a usted dirigida y su respuesta a propósito de las celebraciones del Año eucarístico que tuvieron lugar en mi diócesis de Shangai.
Me honra la atención que usted personalmente y la revista 30Días prestan a mi persona y especialmente al trabajo pastoral que se desarrolla en mi diócesis. Es la expresión de su fe viva y de su concreta participación en la vida de la Iglesia lo que permite, incluso en un campo tan importante de la comunicación, unir Occidente y Oriente en un único espíritu de alabanza y agradecimiento al Señor por el gran don de la Iglesia que alimenta, sostiene y hace crecer nuestra fe.
Le deseo a usted y a su familia un año de paz y serenidad, bajo la mirada risueña y acogedora del Señor.
Deseo a la revista 30Días un recorrido cada vez más vivo y abierto por todos los rincones del mundo, sobre todo por los más necesitados de solidaridad y ayuda.
Con mis más sentido agradecimiento, reciba la seguridad de que le tendré presente en mis oraciones (pidiéndole reciprocidad) y mi bendición.
Con estima,