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SANTA SEDE
Sacado del n. 06/07 - 2006

RELACIONES DIPLOMÁTICAS

No falta sólo Pekín


China no es el único país que no tiene relaciones diplomáticas con la Santa Sede.Hay otros diecisiete Estados que, por distintos motivos, están en la misma situación. De Afganistán a Vietnam


por Gianni Cardinale



La presencia en China desde el 25 de junio al 1 de julio de dos representantes vaticanos –el arzobispo Claudio Maria Celli y monseñor Gianfranco Rota Graziosi– ha vuelto a destapar en los medios de comunicación la ausencia de relaciones diplomáticas entre Pekín y la Santa Sede. Pero en realidad el populoso país asiático no es el único que no tiene embajada ante el Papa. En efecto, pese a que durante el pontificado de Juan Pablo II los países que mantienen relaciones diplomáticas con la Sede apostólica se multiplicaron, aún hay otros 17 países que, por distintos motivos, no han querido o no han tenido interés en mantener estos vínculos diplomáticos especiales.
En 1978 el número de Estados con los que la Santa Sede tenía plenas relaciones diplomáticas sumaban 84. Tras el 18 de noviembre de 2002, cuando fue anunciado el último establecimiento de relaciones diplomáticas –con Qatar–, se convirtieron en 174, a los que hay que añadir la Federación Rusa y la OLP, con las que hay relaciones diplomáticas de naturaleza especial (en Moscú y en Roma residen solo “representantes”: esta falta de plenitud en las relaciones parece atribuible a presiones de las altas jerarquías ortodoxas). La Santa Sede, además, tiene relaciones con la Unión Europea y el Soberano militar orden de Malta, y mantiene observadores permanentes en las principales organizaciones internacionales gubernamentales, como, por ejemplo, la ONU (en las sedes de Nueva York y Ginebra), la FAO, la UNESCO, la OSCE, la OMC y, además, la Liga de Estados Árabes y la Organización de Unidad Africana. Entre los 174 países con los que la Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas está también China-Taiwán, donde, sin embargo, desde 1979 no reside el nuncio, sino un simple “encargado de asuntos ad interim”. Esto en espera de poder mudar por fin la nunciatura a Pekín.
A parte del recién nacido Montenegro, la Santa Sede, pues, no tiene aún relaciones diplomáticas con dieciocho Estados, en general en Asia, pero también en África y Oceanía, en gran parte de mayoría islámica o donde hay regímenes comunistas o dictatoriales. En diez de estos países no hay ningún enviado vaticano: Afganistán, Arabia Saudí, Bhutan, China popular, Corea del Norte, Emiratos Árabes Unidos, Maldivas, Omán, Tuvalu y Vietnam. Hay solo delegados apostólicos (representantes pontificios ante las comunidades católicas locales pero no ante los gobiernos) en otros ocho países: cuatro en África (Botswana, Comoras, Mauritania y Somalia) y cuatro en Asia (Brunei, Laos, Malasia, Myanmar).
Así pues, además de con China, la Santa Sede no mantiene plenas relaciones diplomáticas con otros 17 países. Algunos de ellos, sin embargo, no dejaron de enviar una delegación a las ceremonias oficiales del final del pontificado wojtyliano y el comienzo del ratzingeriano. En la misa del comienzo del pontificado de Benedicto XVI estaban, en efecto, los representantes de Afganistán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Malasia, Omán y Vietnam. En los solemnes funerales de Juan Pablo II, además, garantizaron su presencia los representantes de Brunei y de Somalia. En cambio, además de China (pese a que ha habido conversaciones reservadas sobre el tema entre la embajada china ante el Estado italiano y altos representantes de la Secretaria de Estado), otros nueve países no hicieron aparición: Bután, Botswana, Comoras, Corea del Norte, Laos, Maldivas, Mauritania, Myanmar y Tuvalu. Además hay que añadir que hay países –como Afganistán y Somalia (antes de la crisis)– que en privado habían mostrado interés en establecer relaciones diplomáticas con la Santa Sede; está además Vietnam, que ha manifestado públicamente esta voluntad; mientras que por parte de la diplomacia pontificia ya han comenzado los trabajos para conseguir el mismo resultado con los Emiratos Árabes Unidos y Omán. Siguen siendo impenetrables a toda discusión algunos Estados islámicos como Arabia Saudí, donde sigue estando oficialmente prohibido el culto católico, o como las Maldivas, donde ni siquiera se permite la entrada a sacerdotes que puedan asistir a los numerosos turistas católicos presentes en el archipiélago. Actualmente son unos setenta los países que tienen embajador residente en Roma. Los otros están representados por lo general por diplomáticos residentes en otras capitales europeas. Se sabe, en efecto, que la Santa Sede no acepta a embajadores también acreditados ante el Estado italiano.
Llegados aquí podrá ser útil ofrecer una breve panorámica sobre el cuerpo diplomático de la Santa Sede. Tras el nombramiento del bergamasco Leopoldo Girelli como representante pontificio en Indonesia, publicado el pasado 13 de abril, hay por todo el mundo en activo 102 nuncios apostólicos, algunos de los cuales “cubren” varios países. La mitad (51) son italianos, un porcentaje inferior con respecto al pasado (en el 61 procedían de este país 48 nuncios de un total de 58, el 83%; en el 78 eran 55 de un total de 75, el 73%); pese a que de todos modos de Italia son los nuncios en países eclesiásticamente y/o políticamente importantes como Francia, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Colombia, México, Filipinas, Israel-Jerusalén y Palestina, Rusia y la propia Italia. Los otros nuncios proceden por lo general del resto de Europa (30, de los cuales 7 son españoles, 6 franceses, 5 polacos, 3 suizos), pero también de Asia (14, de los cuales 6 son de India y 3 de Filipinas), de América del Norte (6, todos estadounidenses), de África (1, de Uganda). Todos los nuncios pertenecen al clero secular, menos 3: el scalabriniano véneto Silvano Tomasi (ONU Ginebra), el verbita estadounidense Michael A. Blume (Benin) y el padre blanco inglés Michael L. Fitzgerald (Egipto). 9 de 10 proceden de la Pontificia Academia Eclesiástica, la escuela diplomática de la Santa Sede: además de los 3 religiosos son excepción también otros 7 nuncios actualmente en actividad: los libaneses Mounged El-Hachem (Kuwait) y Edmond Fahrat (Austria), el español Félix del Blanco Prieto (Malta), el véneto Claudio Gugerotti (Georgia), el polaco Jozef Kowalczyk (Polonia), el campano Angelo Mottola (Irán), el croata Martin Vidovic (Bielorrusia).
Una curiosidad: de los 51 nuncios italianos, los más numerosos por regiones son los procedentes de Lombardía y Véneto (8 de cada región), seguidos por los de Apulia (6), Campania y Piamonte (5 cada una) y las Marcas y Sicilia (4 cada una). Con la dimisión del arzobispo colombiano Gabriel Montalvo como nuncio en Estados Unidos, dimisión que fue aceptada el 17 de diciembre del año pasado, no hay en servicio ningún “embajador” del papa procedente de América Latina.


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