Home > Archivo > 06/07 - 2006 > La fama de santidad debe ser espontánea, no procurada por arte
VATICANO
Sacado del n. 06/07 - 2006

La fama de santidad debe ser espontánea, no procurada por arte


El cardenal Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para las causas de los santos, comenta el mensaje del Papa a la reciente reunión plenaria de su dicasterio en la que se habló también del milagro y el martirio


Entrevista al cardenal José Saraiva Martins por Gianni Cardinale


Multitud en la plaza de San Pedro

Multitud en la plaza de San Pedro

La preparación de una Instrucción para el desarrollo de la investigación diocesana en las causas de los santos, “El milagro en las causas de los santos”, “El martirio, don del Espíritu y patrimonio de la Iglesia de cada época”. Son los tres temas debatidos en la reunión plenaria de la Congregación para las causas de los santos que se celebró en el Vaticano del 24 al 26 del pasado abril. El Papa envió a los participantes un importante mensaje autógrafo, fechado el 24 de abril. Sobre los contenidos de dicho mensaje y sobre las conclusiones de la plenaria 30Días le ha planteado algunas preguntas al cardenal portugués José Saraiva Martins, desde 1998 prefecto del dicasterio. «El Santo Padre Benedicto XVI», nos dice el purpurado, «ha querido con este mensaje dirigirse a los cardenales y a los arzobispos y obispos que participaron en los trabajos, para saludarles y desearles un trabajo fructífero. Se trata de un texto extremadamente importante por su rico contenido y, en especial, por las orientaciones que el Santo Padre nos ofrece, que han iluminado las reflexiones de los padres sobre los varios aspectos de los distintos temas sometidos a su estudio. Y se trataba de temas muy importantes, puesto que conciernen de cerca a la vida y la compleja actividad de la Congregación para las causas de los santos, en el actual contexto eclesial, social y cultural».

El Papa en su mensaje se congratuló ante todo por el trabajo de la Congregación.
JOSÉ SARAIVA MARTINS: El Papa manifestó sus sentimientos de estima y gratitud al dicasterio que tengo el honor de presidir, por el servicio que presta a la Iglesia, promoviendo las causas de los santos, que «son los verdaderos portadores de luz en la historia, porque son hombres y mujeres de fe, esperanza y amor» como dice en su primera encíclica Deus caritas est (n. 40). Precisamente por esto, añadió el sumo Pontífice, la Iglesia desde el principio ha honrado mucho su memoria y su culto, dedicando, a lo largo de los siglos, una atención cada vez mayor a los procedimientos que llevan a los siervos de Dios al honor de los altares.
El primer tema que afrontaron fue el del papel de los obispos en la investigación diocesana sobre la heroicidad de las virtudes del siervo de Dios candidato al honor de los altares, o también sobre los casos de martirio afirmado o posibles milagros…
SARAIVA MARTINS: Los pastores diocesanos están llamados a decidir coram Deo [ante Dios] cuáles son las causas que merecen ser incoadas, han de valorar ante todo si los candidatos a la beatificación y a la canonización gozan realmente, entre los fieles, de una sólida y difundida fama de santidad y de milagros o de martirio; es decir, si merecen ser puestos en el candelero para «iluminar a todos los que están en la casa» (Mt 5, 15). Precisamente para favorecer este discernimiento, el Papa nos ha pedido que preparemos una oportuna Instrucción para el desarrollo de la investigación diocesana en las causas de los santos.
Parece dar a entender que por parte de las diócesis se tiende a abundar a la hora de comenzar nuevas causas de beatificación…
SARAIVA MARTINS: El Papa recordó una formulación del viejo Código de derecho canónico Pío-Benedictino de 1917 que quería que la llamada fama de santidad fuera «spontanea, non arte aut diligentia procurata, orta ab honestis et gravibus personis, continua, in dies aucta et vigens in praesenti apud maiorem partem populi» (can. 2050, §2) [espontánea, no procurada por arte o diligencia humana, proveniente de personas graves y honestas, duradera, que vaya continuamente aumentado y que exista en la mayor parte de la comunidad]. Además, el Papa ha puntualizado de manera clara e inequívoca que «no se podrá iniciar una causa de beatificación y canonización si no se ha comprobado la fama de santidad, aunque se trate de personas que se distinguieron por su coherencia evangélica y por particulares méritos eclesiales y sociales».
¿Cuándo prevé que puede estar lista la Instrucción que les ha pedido el Papa?
SARAIVA MARTINS: A ver si puede ser para finales de año. Se tratará, creo, de un texto no largo, unas cuarenta páginas, y bien articulado. Creo que será de gran ayuda para las diócesis. Las ayudará a trabajar más deprisa y mejor.
El segundo tema sometido al examen de la reunión plenaria fue el del “milagro en las causas de los santos”.
SARAIVA MARTINS: El Santo Padre reafirmó al respecto que desde la antigüedad el itinerario para llegar a la canonización incluye no sólo la comprobación de las virtudes, sino también la de los milagros atribuidos a la intercesión del candidato al honor de los altares. En efecto, además de asegurarnos de que el siervo de Dios vive en el cielo en comunión con Dios, los milagros constituyen la confirmación divina del juicio expresado por la autoridad eclesiástica sobre la heroicidad de su vida virtuosa. Dicho con otras palabras, los milagros son como el sello que Dios pone sobre la persona candidata al honor de los altares, con el que garantiza su santidad.
l papa Benedicto XVI inciesa las reliquias de los nuevos beatos Carlos de Foucauld, María Pía Masterna y María Crucificada Curcio al final de la ceremonia de beatificación presidida por el cardenal José Saraiva Martins el 13 de noviembre de 2005

l papa Benedicto XVI inciesa las reliquias de los nuevos beatos Carlos de Foucauld, María Pía Masterna y María Crucificada Curcio al final de la ceremonia de beatificación presidida por el cardenal José Saraiva Martins el 13 de noviembre de 2005

¿Y respecto a la hipótesis de que además de los milagros físicos puedan tomarse en consideración también los morales?
SARAIVA MARTINS: Sobre esto el Papa ha dado indicaciones precisas: «Además, hay que tener presente claramente que la práctica ininterrumpida de la Iglesia establece la necesidad de un milagro físico, pues no basta un milagro moral».
El tercer tema sometido a la reflexión de los miembros de la plenaria del dicasterio fue el del “martirio, don del Espíritu y patrimonio de la Iglesia de cada época” (cf. Lumen gentium, n. 42)”.
SARAIVA MARTINS: La Iglesia no ha colgado nunca, a lo largo de su historia, la túnica roja del martirio. Al respecto, el Papa observa muy oportunamente que «aunque el motivo que impulsa al martirio sigue siendo el mismo y tiene en Cristo su fuente y modelo, han cambiado los contextos culturales del martirio y las estrategias “ex parte persecutoris”[por parte del perseguidor], que cada vez trata de manifestar de modo menos explícito su aversión a la fe cristiana o a un comportamiento relacionado con las virtudes cristianas, pero que simula diferentes razones, por ejemplo, de naturaleza política o social». Para poder hablar de verdadero martirio, dice Papa, es necesario que «aflore directa o indirectamente, aunque siempre de modo moralmente cierto, el “odium fidei” [odio a la fe] del perseguidor. Si falta este elemento, no existirá un verdadero martirio según la doctrina teológica y jurídica perenne de la Iglesia. El concepto de “martirio”, referido a los santos y a los beatos mártires, ha de entenderse, de acuerdo con la enseñanza de Benedicto XIV, como “voluntaria mortis perpessio sive tolerantia propter fidem Christi, vel alium virtutis actum in Deum relatum” [el voluntario sufrimiento o tolerancia de la muerte, por la fe en Cristo o por otro acto de virtud referido a Dios]. Esta es la enseñanza constante de la Iglesia».
¿Quiere decir que no hay espacio para la opinión teológica que quiere introducir el concepto de “martirio de la caridad”?
SARAIVA MARTINS: Me parece claro que así es.
En su mensaje Benedicto XVI recuerda también el nuevo procedimiento relativo a los ritos de beatificación.
SARAIVA MARTINS: El Papa, hacia el final de su mensaje, se refiere a la nueva práctica relativa a la celebración de los ritos de beatificación. Es una innovación muy importante, introducida por el actual Sumo Pontífice inmediatamente al comienzo de sus pontificado, que tiene como objetivo, de gran importancia eclesiológica y pastoral, «que en la modalidad de las celebraciones se subraye más la diferencia sustancial entre la beatificación y la canonización, y que en los ritos de beatificación se implique más visiblemente a las Iglesias particulares, quedando claro que sólo al Romano Pontífice le compete conceder el culto a un siervo de Dios». Por norma, como es sabido, quien representa al papa en las ceremonias de beatificación es el prefecto de la Congregación para las causas de los santos.


Italiano English Français Deutsch Português