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JUAN PABLO II
Sacado del n. 06 - 2003

ANIVERSARIOS. Los setecientos años de la Universidad La Sapienza, 1303-2003

El papa Wojtyla, abogado ad honorem


La Universidad La Sapienza de Roma, con motivo de sus setecientos años, confirió al Papa el doctorado en derecho. El cardenal Crescenzio Sepe, antiguo alumno, habla del acontecimiento. Entrevista


por Gianni Cardinale


Juan Pablo II

Juan Pablo II

El 17 de mayo, víspera de su 83 cumpleaños, Juan Pablo II recibió el título de doctor honoris causa en derecho por la Universidad La Sapienza de Roma. El solemne acto académico se celebró en la Sala Pablo VI del Vaticano. El Consejo de facultad le concedió el doctorado honorífico al Pontífice porque «ha contribuido y sigue contribuyendo a la afirmación universal de los derechos del hombre, de la justicia y de la paz, y en las relaciones entre las personas y los pueblos».
Después de las alocuciones del rector, Giuseppe D’Ascenzo, del decano de la Facultad de derecho, Carlo Angelici, y la Laudatio de Pietro Rescigno, profesor de Derecho civil, Juan Pablo II pronunció la Lectio magistralis. L’Osservatore Romano (18 de mayo) dedicó cuatro páginas al acontecimiento y publicó íntegramente los discursos de los profesores D’Ascenzo, Angelici y Rescigno.
Participaron en la ceremonia numerosas personalidades civiles (como el presidente del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi, el presidente de la Corte constitucional, Riccardo Chieppa, y el gobernador del Banco de Italia, Antonio Fazio), y eclesiásticas, comenzando por el cardenal decano Joseph Ratzinger. Asistió también al acto académico el cardenal Crescenzio Sepe, prefecto de Propaganda Fide, que el 2 de junio cumplió 60 años, el más joven de los jefes de dicasterio de la Curia romana. El purpurado italiano estaba en la Sala Pablo VI como estrecho colaborador del Pontífice y como antiguo alumno de La Sapienza, visto que entre 1968 y 1971 estudió en la primera Universidad romana, licenciándose en Filosofía. Precisamente por este doble papel 30Días le ha hecho algunas preguntas al cardenal sobre el histórico doctorado honoris causa que La Sapienza ha conferido al Papa. El “Papa rojo” –así, por la vastedad de sus cometidos, es llamado tradicionalmente el jefe del dicasterio de las misiones– nos recibe en la histórica sede de la Plaza de España. Acaba de regresar de un viaje a la atormentada África –allí celebró su cumpleaños–, donde, entre otras cosas, consagró el santuario mariano de Kibeho, en Ruanda, y celebró la misa en el santuario de los mártires ugandeses de Namugongo, en las afueras de Kampala, ante centenares de miles de fieles.

Eminencia, ¿qué impresión le causó, como antiguo alumno de La Sapienza, el doctorado que la primera Universidad de Roma ha conferido a Juan Pablo II?
CRESCENZIO SEPE: Para mí fue como volver a cuando era un joven estudiante y asistía a las clases de Historia de la filosofía, del profesor Gregory, de Filosofía moral, del profesor Guerra, pero sobre todo a las de Filosofía de la religión, del profesor Castelli y de Filosofía de la historia, del profesor Biscione. Me licencié en esta última disciplina con una tesis sobre el concepto de espera desde los antiguos autores griegos hasta la concepción cristiana de la espera en relación con el concepto de esperanza. Estuve en La Sapienza en años especiales y algo difíciles, era el 68…
¿Hubiera podido imaginar que un día vería al Papa recibir el doctorado honoris causa?
SEPE: En aquellos años parecía la cosa más impensable. El clima no era de los más favorables a la Iglesia. Todo lo contrario. Y los sacerdotes, no es que estuviéramos muy bien vistos…
Y, sin embargo, hoy ha ocurrido…
SEPE: Sí, y hay que alegrarse. A esto ha contribuido por una parte la figura gigantesca de este Papa, por la otra, la evolución que ha vivido la Universidad, con una mayor apertura y sensibilidad a los distintos valores, y con una disminución de esa vena laicista que aún era fuerte hasta no hace muchos años.
Que usted sepa, ¿ha habido problemas para conferirle el doctorado al Papa?
La Sapienza es la undécima Universidad en el mundo, y la primera en Italia, que concede a Karol Wojtyla un doctorado honoris causa. Esta es la lista de las universidades: 23 de junio de 1977 Universidad Juan Gutenberg de Maguncia (Alemania) 6 de mayo de 1982 Universidad de Cambridge (Gran Bretaña) 15 de mayo de 1982 Universidad de Coimbra (Portugal) 17 de junio de 1983 Universidad Católica de Lublino (Polonia) 22 de junio de 1983 Universidad Jaghellonica de Cracovia (Polonia) 30 de octubre de 1986 The Franciscan University de Steubenville (EE UU) 8 de febrero de 2000 Academia Minero- Siderúrgica Stanislaw Staszic de Cracovia (Polonia) 26 de marzo de 2001 Universidad de Poznan (Polonia) 16 de octubre de 2001 Universidad Superior de Agricultura de Varsovia (Polonia) 15 de diciembre de 2001 Universidad Cardenal Wyszynski de Varsovia (Polonia) 17 de mayo de 2003 Universidad La Sapienza de Roma (Italia)
SEPE: Por lo que me consta nadie se ha opuesto.
¿Qué significado puede tener el hecho de que una universidad laica, no eclesiástica, dé el título de doctor a una papa?
SEPE: Al respecto hay que recordar que La Sapienza nació con la bula In supremae proclamada por Bonifacio VIII el 20 de abril de 1303. Por tanto, me parece natural que La Sapienza, para celebrar sus 700 años de vida, honre con un doctorado al Papa de hoy. A esto hay que añadir la grandeza de este Papa que se ha impuesto por toda una serie de enseñanzas no sólo de tipo eclesiástico y teológico, sino también de tipo filosófico, social y civil. Justamente se le ha querido conferir al Papa un doctorado en Derecho focalizando su compromiso en favor de los derechos del hombre, de la dignidad del hombre en todos sus varios aspectos.
Aunque no se acepten todas las enseñanzas del Papa sobre estos temas…
SEPE: Por supuesto, no todos aceptan algunas determinaciones prácticas que estos derechos comportan. Por ejemplo, no todos aceptan considerar que, como reafirmó el Papa en su Lectio magistralis, «la vida humana es sagrada e inviolable desde su concepción hasta su término natural». Pero cuando nos referimos a la dignidad humana, al valor de la persona humana, al respeto que todo hombre debe tener por cada otro hombre en cuanto persona humana, nos referimos a contenidos aceptados por todos y en todas las épocas.
En el diploma de doctorado se sugiere que a Juan Pablo II se le debe atribuir el título de “Magno”, título que según el Anuario Pontificio hasta ahora han recibido sólo tres pontífices santos del primer milenio (León I, Gregorio I y Nicolás I). ¿Fue sólo un acto de cortesía?
SEPE: No es la primera vez que oigo que a este Papa se le debe atribuir el título de “Magno”. Lo han dicho antes otros y no sólo en la Iglesia. Se trata del reconocimiento de su gran personalidad incluso a nivel internacional. Hasta los no católicos y los no cristianos reconocen la grandeza moral de este Papa, que de hecho se ha convertido en un punto de referencia para todos. Aunque no siempre escuchen su mensaje.
Eminencia, una pregunta sobre la actividad de su Congregación. ¿Puede anticiparnos algo de que cómo se va a celebrar este año la Jornada mundial de las misiones, prevista para el 19 de octubre?
SEPE: La Jornada mundial de las misiones coincide este año con dos grandes acontecimientos: el vigésimo quinto aniversario del pontificado, que cae el jueves 16 de octubre, y la ceremonia de beatificación de la madre Teresa de Calcuta, prevista precisamente para el domingo 19. Hemos pensado en una vigila de oración que tendrá lugar la tarde y la noche del sábado 18. Participaran representaciones de los cinco continentes, para focalizar la dimensión misionera de la Iglesia que hoy ve especialmente en los laicos y en los catequistas una fuerza arrolladora de la implantatio Ecclesiae en los territorios de primera evangelización.



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