REPORTAJE DESDE SIRIA
Sacado del n. 02 - 2007
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Entrevista a Mar Gregorios Yohanna Ibrahim, metropolitano sirio-ortodoxo de Aleppo
«Assad nos dijo: no tengáis miedo»
Entrevista a Mar Gregorios Yohanna Ibrahim por Gianni Valente
Mar Gregorios Yohanna Ibrahim, metropolitano sirio-ortodoxo de Aleppo, es el obispo más
emprendedor de su Iglesia oriental, que hoy se ha convertido en una Iglesia
de la diáspora. El anciano patriarca Mar Ignatius Zakka I (que
participó como observador en el Concilio Ecuménico Vaticano
II) reside en las cercanías de Damasco. Pero la mayor parte de los
fieles viven ahora en Europa y América.
La fuga de Irak ha afectado también a los fieles
de su Iglesia.
MAR GREGORIOS: Aquí en Siria han encontrado refugio 1.500 familias de nuestras comunidades. Escaparon tras los episodios de violencia que afectaron a nuestras iglesias y nuestros sacerdotes. Como el sacerdote Paulos Eskandar, hallado decapitado el pasado 11 de octubre en Mosul tras haber sido secuestrado y llegar una petición de rescate.
Siria es el primer lugar donde se refugian los cristianos cuando escapan de los peligros y los ataques sufridos en sus países.
MAR GREGORIOS: Será por la mentalidad, por la condición histórica, por el papel asumido por el gobierno, pero aquí los cristianos que escapaban de situaciones difíciles siempre han encontrado una situación distinta. Recuerdo que hace algunos años una delegación de armenios fue por el norte del país dando certificados de estima y agradecimiento a las poblaciones de la región por cómo habíamos recibido a sus abuelos que escapaban de Turquía.
Y sin embargo, la política de Siria es siempre objeto de acusaciones por parte de círculos occidentales. Empezando por el papel que ha jugado en Líbano.
MAR GREGORIOS: Es una cuestión compleja. En muchos años de presencia siria en Líbano ha habido sin lugar a dudas errores. Pero no creo que los sentimientos y las polémicas antisirias sean justificables. Sobre todo si se compara con el caos político y la guerra civil.
¿Cómo ha influido la última guerra de Irak en la situación de los cristianos en Oriente Medio?
MAR GREGORIOS: Todas las guerras alimentadas en esta región han tenido consecuencias terribles para los cristianos de aquí. El 50 por ciento de los cristianos de Irak han dejado ya el país, el éxodo sigue y casi ninguno de ellos volverá. Los ignorantes y los palurdos dicen que los cristianos de aquí son aliados de los “cruzados” que nos atacan desde Occidente. Y nosotros pagamos. Pero en nuestras comunidades existe un fuerte sentimiento de que el cristianismo no es una cosa de importación. No llegó aquí desde Roma o de América. Aquí han vivido y actuado san Pablo y los demás apóstoles, san Efrem, san Juan Damasceno. Los cristianos estaban aquí desde antes que los musulmanes. Es un hecho que nadie puede negar.
¿Cómo ven ustedes la política de Bashar al Assad?
MAR GREGORIOS: Él y su padre han manifestado simpatías por los cristianos. La Pascua pasada vino él mismo a comer con los patriarcas y los obispos de Siria para decirles a los cristianos una palabra de tranquilidad, que no tuvieran miedo en este momento delicado. Nunca antes había sucedido. Habla siempre bien del cristianismo. También cuando recibió al Papa en Siria dijo cosas hermosísimas del cristianismo. Y en los funerales de Juan Pablo II quiso representar también a todos los cristianos de Siria.
Según algunos observadores existe una especie de “alianza” entre la minoría cristiana y el grupo que está en el poder, perteneciente a la minoría musulmana alauí.
MAR GREGORIOS: Nuestra amistad vale para todos. No hacemos diferencias entre alauíes, suníes, judíos.
Los aparatos de seguridad tienen bajo control también las actividades de los jefes religiosos.
MAR GREGORIOS: Pero esto es así para todos. Y no creo que sea un escándalo. Cuando un jefe religioso va al extranjero, al volver es invitado a contar lo que ha hecho. Pero nosotros sabemos que los problemas nacen cuando no se es claro, cuando hay ambigüedad. Nosotros no tenemos nada que esconder. Somos transparentes dentro y fuera.
Ha citado usted el discurso que el presidente sirio dirigió a Juan Pablo II durante la visita del Papa a Siria. Pero de aquel discurso todos recuerdan las duras palabras contra Israel…
MAR GREGORIOS: Los israelíes siguen siendo nuestros adversarios. Ocupan los altos del Golán. Se comprende por qué el presidente usó aquellas palabras. Cuando cambien las cosas cambiarán también las palabras.
El muftí de Aleppo, Mahmoud Akkam, y el metropolitano sirio-ortodoxo, Mar Gregorios
MAR GREGORIOS: Aquí en Siria han encontrado refugio 1.500 familias de nuestras comunidades. Escaparon tras los episodios de violencia que afectaron a nuestras iglesias y nuestros sacerdotes. Como el sacerdote Paulos Eskandar, hallado decapitado el pasado 11 de octubre en Mosul tras haber sido secuestrado y llegar una petición de rescate.
Siria es el primer lugar donde se refugian los cristianos cuando escapan de los peligros y los ataques sufridos en sus países.
MAR GREGORIOS: Será por la mentalidad, por la condición histórica, por el papel asumido por el gobierno, pero aquí los cristianos que escapaban de situaciones difíciles siempre han encontrado una situación distinta. Recuerdo que hace algunos años una delegación de armenios fue por el norte del país dando certificados de estima y agradecimiento a las poblaciones de la región por cómo habíamos recibido a sus abuelos que escapaban de Turquía.
Y sin embargo, la política de Siria es siempre objeto de acusaciones por parte de círculos occidentales. Empezando por el papel que ha jugado en Líbano.
MAR GREGORIOS: Es una cuestión compleja. En muchos años de presencia siria en Líbano ha habido sin lugar a dudas errores. Pero no creo que los sentimientos y las polémicas antisirias sean justificables. Sobre todo si se compara con el caos político y la guerra civil.
¿Cómo ha influido la última guerra de Irak en la situación de los cristianos en Oriente Medio?
MAR GREGORIOS: Todas las guerras alimentadas en esta región han tenido consecuencias terribles para los cristianos de aquí. El 50 por ciento de los cristianos de Irak han dejado ya el país, el éxodo sigue y casi ninguno de ellos volverá. Los ignorantes y los palurdos dicen que los cristianos de aquí son aliados de los “cruzados” que nos atacan desde Occidente. Y nosotros pagamos. Pero en nuestras comunidades existe un fuerte sentimiento de que el cristianismo no es una cosa de importación. No llegó aquí desde Roma o de América. Aquí han vivido y actuado san Pablo y los demás apóstoles, san Efrem, san Juan Damasceno. Los cristianos estaban aquí desde antes que los musulmanes. Es un hecho que nadie puede negar.
¿Cómo ven ustedes la política de Bashar al Assad?
MAR GREGORIOS: Él y su padre han manifestado simpatías por los cristianos. La Pascua pasada vino él mismo a comer con los patriarcas y los obispos de Siria para decirles a los cristianos una palabra de tranquilidad, que no tuvieran miedo en este momento delicado. Nunca antes había sucedido. Habla siempre bien del cristianismo. También cuando recibió al Papa en Siria dijo cosas hermosísimas del cristianismo. Y en los funerales de Juan Pablo II quiso representar también a todos los cristianos de Siria.
Según algunos observadores existe una especie de “alianza” entre la minoría cristiana y el grupo que está en el poder, perteneciente a la minoría musulmana alauí.
MAR GREGORIOS: Nuestra amistad vale para todos. No hacemos diferencias entre alauíes, suníes, judíos.
Los aparatos de seguridad tienen bajo control también las actividades de los jefes religiosos.
MAR GREGORIOS: Pero esto es así para todos. Y no creo que sea un escándalo. Cuando un jefe religioso va al extranjero, al volver es invitado a contar lo que ha hecho. Pero nosotros sabemos que los problemas nacen cuando no se es claro, cuando hay ambigüedad. Nosotros no tenemos nada que esconder. Somos transparentes dentro y fuera.
Ha citado usted el discurso que el presidente sirio dirigió a Juan Pablo II durante la visita del Papa a Siria. Pero de aquel discurso todos recuerdan las duras palabras contra Israel…
MAR GREGORIOS: Los israelíes siguen siendo nuestros adversarios. Ocupan los altos del Golán. Se comprende por qué el presidente usó aquellas palabras. Cuando cambien las cosas cambiarán también las palabras.
