Una causa histórica

por Stefania Falasca

Fray Antonio de Santa Ana Galvão

La causa de canonización de fray Antonio de Santa Ana Galvão (1739-1822), sacerdote profeso del Orden de los Frailes menores descalzos, fundador del Monasterio de las Hermanas concepcionistas (“Recolhimento Nossa Senhora da Conceição da Luz”), se abrió en 1938, a los 116 años de su muerte. Cuatro han sido las investigaciones instruidas a lo largo de cincuenta años: en 1938 por las virtudes, en 1949, en 1969 y en 1980-1991 por la fama de santidad. Entre los testigos que declararon en la primera investigación de 1938 había incluso una ex esclava, Lucrecia Cananea de Deus, de 125 años, que conoció a fray Galvão. Además de los testimonios ofrecidos en las distintas investigaciones, las pruebas decisivas para la santidad, siendo una causa de carácter histórico, se deducen de toda la documentación, críticamente revisada, inherente al tiempo en el que vivió el religioso.
Concluida la fase diocesana, la causa se mandó a Roma y, el 15 de abril de 1991 se entregó al relator de la Congregación de la causa de los santos, el padre Cristoforo Bove, que preparó la biografía documentada y la redacción de la Positio super vita et virtutibus, con la colaboración de la monja brasileña Celia Cadorin, pequeña hermana de la Inmaculada Concepción.
Fray Antonio de Santa Ana Galvão fue beatificado por Juan Pablo II el 25 de octubre de 1998. El milagro para su canonización, ocurrido en São Paulo en 1999, fue aprobado por Benedicto XVI el 16 de diciembre de 2006.