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ORIENTE PRÓXIMO
Sacado del n. 05 - 2007

ENCUENTROS. Entrevista con el ministro de Exteriores de Arabia Saudí

Como un rayo de esperanza


Así es considerada la iniciativa árabe de paz para Tierra Santa y la solución a la tragedia palestina. La amistad entre Roma y Riad y el encuentro entre las religiones en la entrevista de nuestro director al príncipe Saud al Faisal


Entrevista a Saud al Faisal por Giulio Andreotti


El príncipe Saud al Faisal, ministro de Exteriores de Arabia Saudí

El príncipe Saud al Faisal, ministro de Exteriores de Arabia Saudí

Comencemos por un hecho objetivo: entre el Reino de Arabia Saudí e Italia las relaciones siempre han sido tradicionalmente buenas. Personalmente, tengo un recuerdo especialmente vivo de mis visitas, como huésped del príncipe Sultán bin Abdel Aziz.
SAUD AL FAISAL: También nosotros tenemos los mismos sentimientos para con el pueblo italiano. Las excelentes relaciones entre nuestros dos Estados no son recientes, sino que tienen profundas raíces históricas, porque la comunidad italiana es considerada una de las comunidades europeas más antiguas en el Reino Saudí. De esta realidad histórica se deduce que el nivel de la colaboración entre nuestros dos países debería ser mejor de lo que es actualmente. En el terreno político existe comprensión y coordinación entre los dos países, debido a la cercanía geográfica de Italia con Oriente Próximo y el interés italiano por los problemas de esta región, y también por el papel eficaz de Italia dentro de la Unión Europea. Esperemos que también las relaciones económicas y culturales alcancen el mismo nivel en consideración de las grandes capacidades de inversión que caracterizan a nuestros dos países. La realización de estos objetivos requiere mayores esfuerzos. Consideramos que la última visita del jefe del Gobierno Romano Prodi al Reino Saudí fue excelente y colocó estos esfuerzos en el camino justo, ya que permitió que se discutieran todos los aspectos necesarios para el desarrollo de las relaciones bilaterales y para activar el papel del sector privado y de todas las categorías de la sociedad civil en ambos países, para así contribuir a promover las relaciones bilaterales.
La exclusión en Arabia Saudí de todas las demás religiones, ¿no le impide al Reino participar en el diálogo entre islam y cristianismo, que hoy es tan importante? ¿Qué piensa usted?
SAUD AL FAISAL: Cuando los países de todo el mundo crean lugares de culto en su territorio lo hacen para servir a sus ciudadanos de todas las religiones, cristianos, musulmanes, judíos y fieles de otras confesiones. Puesto que el islam es la religión de todos los ciudadanos saudíes es obvio que las mezquitas sean los únicos lugares de culto en el Reino. Además, el Reino Saudí ocupa un lugar importante en el corazón de los musulmanes siendo la cuna del islam, como lo es el Vaticano para el mundo cristiano. Pero ello no significa la imposibilidad por parte de los extranjeros de otras religiones de profesar su fe religiosa en el Reino porque esto les está permitido en los lugares donde residen y en sus urbanizaciones. En cuanto al diálogo entre el islam y el cristianismo: el islam está abierto a todas las religiones celestes, y nuestra fe en los profetas, en Moisés, Jesús y en todos los mensajeros de Dios, representa una condición fundamental para lo justo de nuestro islam y de nuestra fe en el profeta Mahoma, el último de los profetas de las religiones celestes. Por eso todos los profetas y los mensajeros gozan del mismo respeto y veneración que los musulmanes sienten hacia Mahoma, como dice el Corán en la sura de la familia de Imran, versículo 84: «Di: “Creemos en Dios y en lo que se nos ha revelado, en lo que se le ha revelado a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob y las Tribus, en lo que Moisés, Jesús y los profetas han recibido de su Señor. No hacemos distinción entre ninguno de ellos y nos sometemos a Él ”». Sentimos dolor y rabia frente a las ofensas a los profetas, como ocurrió con Mahoma. Nuestro diálogo con las otras religiones se basa en esta visión y estos principios, y para que el diálogo pueda dar sus frutos, debería ante todo basarse en el respeto entre las religiones, que no ha de contemplar, con la excusa de la llamada libertad de opinión, el ultraje a los profetas y sus seguidores.
Paz en Oriente Próximo, el problema de los refugiados palestinos es una de las consecuencias principales del conflicto israelo-palestino, así que para afrontar esta cuestión no son suficientes las soluciones parciales sino que es menester llegar a una solución justa y duradera del conflicto árabo-israelí
En el Vaticano se comentó muy positivamente la audiencia con el Papa del entonces príncipe y ahora rey de Arabia Saudí…
SAUD AL FAISAL: La del príncipe Sultan bin Abdel Aziz –el heredero al trono– al Vaticano no era la primera visita de un responsable saudí porque antes se había celebrado la visita al Vaticano del ministro de Justicia, al frente de una delegación científica, el 26 de octubre de 1974; hubo también otros encuentros entre científicos y teólogos de ambas partes en París y en Roma; como también el seminario del Consejo científico de las Iglesias en Ginebra. La capital saudí recibió el 22 de marzo de 1972 a una delegación europea de legisladores y pensadores cristianos que se reunieron con una delegación saudí capitaneada por el entonces ministro de Justicia, el jeque Mohamed al-Harkan. La delegación estaba compuesta también por los jeques Rashed bin Khanin y Omar bin Mutraq, del Ministerio de Justicia, y por el jeque Mohamed bin Jubeir, presidente de la Alta Comisión de Justicia, por el jeque Mohamed al-Mubaraq, director general de las Facultades religiosas, y por otros doctos de entonces. Estos encuentros reflejan la tolerancia del islam y su apertura al diálogo civil con las otras religiones y culturas. Nosotros hoy necesitamos más que nunca seguir por este camino para afrontar y vencer los extremismos presentes en todas las partes.
Sobre el conflicto israelo-palestino pesa grandemente el medio millón de refugiados palestinos que viven en los campos de refugiados de Líbano. ¿Puede Arabia Saudí, ya tradicionalmente muy sensible, dar un paso específico para ayudarlos?
SAUD AL FAISAL: El Reino Saudí nunca ha dejado de ayudar a los palestinos tanto a nivel humanitario como político. Pero ante la grave miseria en que viven los palestinos, incluidos los palestinos del interior, nuestros esfuerzos no son suficientes. Para aliviar el sufrimiento del pueblo palestino se necesitan esfuerzos mayores por parte de los países árabes, de los europeos y por parte de los Estados Unidos de América. Hay que considerar también que este drama humanitario no se detiene porque no se respetan los tratados sobre los derechos del hombre. El problema de los refugiados palestinos es una de las consecuencias principales del conflicto israelo-palestino, así que para afrontar esta cuestión no son suficientes las soluciones parciales sino que es menester llegar a una solución justa y duradera del conflicto árabo-israelí. Partiendo de este presupuesto, la iniciativa árabe de paz es considerada como un rayo de esperanza para un camino basado en la resolución de las cuestiones principales de este conflicto, que es considerado el más largo de la historia contemporánea, y que comprende también el problema de los refugiados.
Refugiados palestinos en el campo de Shatila en Líbano

Refugiados palestinos en el campo de Shatila en Líbano

Muchos jóvenes saudíes han estudiado y se han licenciado en Italia a lo largo de los años. Deberíamos pensar juntos en una forma de reunión de este utilísimo grupo de ex alumnos…
SAUD AL FAISAL: Esta tradición es respetada por los estudiantes saudíes que se licencian en las distintas universidades del mundo, incluidas las americanas, por iniciativa de las propias universidades en las que han conseguido la licenciatura. Aplicar esta tradición a los estudiantes saudíes que se han licenciado en Italia no puede sino ayudar a los esfuerzos realizados por nuestros dos países para desarrollar y promover el intercambio y la colaboración cultural. Nuestras ambiciones sobrepasan los seminarios y los encuentros. Deseamos, en efecto, que aumente el número de estudiantes saudíes en las universidades italianas. Italia es cuna del pensamiento del que todas las civilizaciones humanas, incluida la musulmana, se han beneficiado. La civilización del islam representa la sustancia de los principios en los que se basa la cultura de la sociedad saudí moderna. Todo esto pone en evidencia la necesidad de ampliar los horizontes del intercambio entre nuestras culturas.
¿Posee Arabia Saudí planes a largo plazo para el período del “pos-petróleo”?
SAUD AL FAISAL: La política del Reino Saudí en este sector se remonta a los inicios de los proyectos quinquenales de desarrollo de 1970. Son muchos los objetivos planteados: disminuir la dependencia del petróleo como fuente principal de las entradas y, por consiguiente, ampliar la base económica; diversificar el desarrollo; animar las inversiones locales y extranjeras con la creación de condiciones adecuadas; crear un Consejo Superior para la economía para que no se cristalice la política económica del Estado; coordinar todo ello con las partes competentes en el gobierno, con el objetivo de reforzar, además de la estabilidad política, la economía saudí, desarrollando la competitividad del sistema económico en el contexto de los grandes recursos y promesas del Reino. No cabe duda de que la adhesión del Reino Saudí a la Organización Mundial del Comercio representará un apoyo a este objetivo, del que ya empezamos a ver los primeros resultados.


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