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IRAK
Sacado del n. 06/07 - 2007

IRAK . El llamamiento del patriarca de Bagdad a los cristianos

«Quedémonos en este país que es nuestra patria»


Encuentro con su beatitud Emmanuel III Delly, patriarca de Babilonia de los Caldeos: «Yo sigo pidiéndole a todos los políticos que favorezcan la paz en Irak. También lo medios de comunicación pueden hacer mucho no desacreditando a este o aquel grupo. Las buenas noticias animan a nuestra gente a quedarse en este país, donde yo personalmente me quedaré, hasta la última gota de mi sangre, para dar ánimos a los fieles caldeos»


Entrevista al patriarca Emmanuel III Delly por Giovanni Cubeddu


«En esta hora de auténtico martirio por el nombre de Cristo». Con estas palabras el papa Benedicto XVI dio la medida de su total participación en la trágica suerte del pueblo y los cristianos iraquíes. Tenía ante sí, en la asamblea de la ROACO (la Reunión de las Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales), al patriarca de Babilonia de los Caldeos, Emmanuel III Delly, presente en Roma, tras haber presidido el último Sínodo de los obispos caldeos. El auditorio comprendió que la opinión del Papa sobre la tragedia iraquí equivalía al pleno apoyo al patriara y a su modo de actuar como jefe y pastor de los caldeos.
Hace algunos meses que los cristianos de Irak son víctimas de un especial empecinamiento por parte de los grupos terroristas y criminales, especialmente en Bagdad, aunque no solo en la capital. El pasado 3 de junio en Mosul, el padre Ragheed Ganni, sacerdote caldeo, y tres ayudantes suyos fueron alcanzados por un comando que los asesinó sin mediar palabra. «Sin domingo, sin la eucaristía, no podemos vivir», repetía el padre Ganni cuando hablaba de los cristianos iraquíes, retomando una frase de los primeros cristianos. La muerte del padre Ganni es solo una tesela del doloroso mosaico de Irak, que muchos, dentro y fuera de la Iglesia caldea, se apresuran a interpretar con distintos grados de inteligencia (o sinceridad). ¿Es suficiente culpar a los musulmanes para interpretar adecuadamente lo que les está ocurriendo a los cristianos iraquíes? El primero que lo duda es precisamente el patriarca caldeo, por el bien de su Iglesia. Lo que van a leer es el resultado de una larga conversación con 30Días realizada el día antes de la asamblea de la ROACO. Las palabras del Papa seguro que le confortaron y aliviaron de tantos pesos llevados fielmente en silencio.

Emmanuel III Delly

Emmanuel III Delly

La tragedia iraquí no parece atenuarse. Quizá solo después de la muerte del padre Ragheed Ganni se ha vuelto a ser conscientes de que también la Iglesia caldea está pagando un precio elevadísimo. ¿Qué piensa usted?
EMMANUEL III DELLY: En vez de preguntar qué piensa el patriarca caldeo, es mejor volverse a preguntar qué está sucediendo en Irak, a todos, cristianos o musulmanes… Es verdad, de todos modos, que en estos últimos meses la vida de los cristianos ha empeorado, pese a que ya era trágica para los iraquíes de cualquier fe, cristianos, musulmanes, mandeístas, jasidas… El gobierno no puede hacer nada, porque hay algunas personas que no quieren el bien de Irak como tal. Y yo me pregunto si son auténticos iraquíes quienes no quieren el bien de Irak. No lo sé. Pero sé que un coche bomba siega la vida de cristianos, musulmanes, mandeístas y jasidas sin distinción. Y sé que en el alma de cada iraquí hoy reina el miedo: surge el sol y nadie sabe si lo verá ponerse.
El recrudecimiento de estos últimos meses de la violencia contra los cristianos, ¿cómo se ha manifestado?
DELLY: Hasta ahora hemos vivido todos dentro de un ajuste de cuentas entre sunitas y chiítas, que todavía sigue. Ahora bien, yo no sé en conciencia quiénes son estos fanáticos violentos, no conozco a estos terroristas. Y ni siquiera el gobierno lo sabe. Los cristianos viven en paz en Irak desde antes de que llegara el islam, fueron ellos quienes acogieron a los musulmanes, y siguieron viviendo en paz con ellos, porque es una ventaja para todos. Pero hoy esto ya no basta. En Bagdad y Mosul especialmente, y luego en Kirkuk o en Basora, hace meses que estos grupos de violentos llaman a la puerta de los cristianos y primero les imponen una cantidad de dinero como “multa”, a veces obligando a toda la familia a afirmar públicamente que se han convertido al islam, luego forzando al padre de familia a conceder inmediatamente a una hija en “esposa” a uno de los jóvenes de la banda y en fin ordenándoles que abandonen inmediatamente la casa, tal como está, y que dejen el país «porque vuestra patria no es esta». Últimamente ha habido cientos de familias de cristianos obligados con la fuerza a emigrar, y decenas de ellos han sido obligados a convertirse al islam. Y además están los secuestros: hasta ahora, que yo sepa, han matado a muchos de los secuestrados que no han querido convertirse.
Esta es nuestra vida. Nuestra gente es desgraciada, ya no sabe qué hacer.
¿Representan estos grupos terroristas el rostro del islam en Irak?
DELLY: No. Son musulmanes sólo de nombre. El verdadero islam es el que lleva a amar al prójimo, a hacer el bien a los demás, siguiendo los principios naturales del amor fraternal y de su sagrado libro. Estos, en cambio, no aman al islam, no aman a Irak, buscan solo su propio interés. Recemos por ellos.
El único camino parece la huida.
DELLY: Muchos se han refugiado en el norte de Irak, en los pueblos de origen de sus padres, pero… ¿para qué, sin raíces y sin posibilidades de trabajo? Por lo menos, y de ello damos gracias al Señor, en el Kurdistán iraquí vive un gran benefactor, el ministro de Hacienda y primer ministro en funciones Sarkis Aghajan, que en estos tres años ha hecho edificar siete mil casas para los cristianos inmigrados y se las ha entregado gratuitamente, con lo mínimo de dinero para sobrevivir. Pero, ¿qué harán los cristianos en el Kurdistán iraquí, si no hay trabajo, si no hay empresas que contratan? Seguirán siendo extranjeros, incluso en sus nuevas casas del norte…
Otros cristianos iraquíes, como millones de compatriotas, han decidido emigrar a otros lugares.
DELLY: A Siria, a Jordania, a Líbano… o a Europa… Pero conseguir el visado para la Unión Europea es prohibitivo para un iraquí: no se conceden. De este modo se añade más dolor al dolor. Por eso yo le pido a todo el mundo, a todos los gobernantes que tienen el poder de hacer algo, que contribuyan al regreso de la paz en Irak, no solo para los cristianos, sino también para los pobres musulmanes que sufren como nosotros: porque sus familias están expuestas del mismo modo a estos fanáticos que utilizan el atropello para ganar dinero fácil.
El día antes del funeral del padre Ragheed Ganni, otro sacerdote caldeo había sido ya secuestrado.
DELLY: Han secuestrado a sacerdotes y religiosos cristianos, reclamando montañas de dólares de rescate cada vez, y hasta ahora han matado a tres de ellos: un protestante, un ortodoxo y por último a nuestro Ragheed Ganni. Pobre padre Ragheed, había terminado de celebrar la misa y salió de la iglesia con sus tres ayudantes, tres subdiáconos. Tomó el coche para ir a casa y le pararon. Le ordenaron de levantar las manos y sin mediar palabra le dispararon. Tras el homicidio del padre Ragheed, como saben, otro sacerdote fue secuestrado, con cuatro ayudantes. Los liberaron sólo porque esta vez pagamos el rescate por todos.
¿Cómo se comportan ustedes en estos casos?
DELLY: ¿Y qué podemos hacer? Si el precio que nos imponen es de cientos de miles de dólares, ¿de dónde los sacamos? No los tenemos. Los fieles caldeos más acomodados ya han abandonado el país, y quedan sólo los pobres o los paupérrimos, a los que desde luego no se les puede pedir nada, porque somos nosotros los que tenemos que darles a ellos algo para sobrevivir. Así que, ¿qué les vamos a ofrecer a estos bandidos? Recibimos amenazas: «O pagáis o encontraréis en la cuneta algún cadáver vuestro». En esta frase está contenido el Irak de hoy.
Un guardia armado delante de una iglesia el domingo de Pascua, en Kirkuk, Irak

Un guardia armado delante de una iglesia el domingo de Pascua, en Kirkuk, Irak

Es un cuadro desolador.
DELLY: Pero, a pesar de todo esto, nosotros somos y seguimos siendo hijos de la esperanza, porque esperamos en el Señor que estas nubes negras pasen pronto, para volver a tener en nuestro país la paz y volver a ver el sol. Como cristianos y, aún antes, como iraquíes.
Beatitud, ¿y las autoridades públicas?
DELLY: Alguien me preguntó una vez si todo lo que ocurre es culpa del gobierno y yo respondí, oficialmente: «Sí, si existiera un gobierno». Pero no es así, porque en Irak reina el caos, el caos auténtico, y quien hoy “gobierna” no tiene ningún poder. Antes bien, son los políticos los que piden protección… Y los americanos no pueden hacer nada, nos dicen: «It’s not our job», «no es asunto nuestro». Entonces, ¿de quién es la culpa? De los americanos, que nos han ocupado. De nuestro gobierno –si existiera– y de todos los poderosos del mundo que tendrían el poder de decir una palabra influyente para frenar este terrorismo, que en Irak ataca a todos, musulmanes y cristianos, y hoy especialmente a los cristianos.
Ya una vez el papa Benedicto pidió a todos públicamente oraciones y ayunos por Irak.
DELLY: Y yo sigo pidiéndoles a todos los políticos que favorezcan la paz en Irak. También los medios de comunicación pueden hacer mucho, difundiendo noticias constructivas y no desacreditando a este o aquel grupo. Las buenas noticias animan a nuestra gente a quedarse en este país, que es nuestra patria, donde yo personalmente me quedaré, hasta la última gota de mi sangre, para dar ánimos a los fieles caldeos. Que se queden, como se quedaron nuestros padres y nuestros abuelos, que tuvieron que superar circunstancias difíciles. Yo les digo: quedaos, tened confianza en el Señor, y en nuestra madre celestial María, que nos protegerá. Yo animo a mis queridos fieles a que se queden, porque yo estaré con ellos, aquí, hasta la última gota de mi sangre, si el Señor quiere que yo sea mártir.
¿Tiene contactos con los jefes religiosos chiítas y sunitas?
DELLY: Nunca dejé de hablar con ellos, con todos ellos… para que se le devuelva la paz al país y ahora, especialmente, a los cristianos. Pero ellos, como yo, son actualmente incapaces de hacer nada. Desde el presidente de Irak hasta la última persona de mi pueblo, a todos les he dirigido una petición para que contribuyeran a devolverle la paz al país. Y les pido a todos los cristianos que recen al Señor para que esté con nosotros, y Él mismo que es paz devuelva la paz a Irak, país de Abraham.
Se ha escrito que en su último Sínodo se discutió la posibilidad de que los cristianos vivieran en áreas protegidas, reservadas.
DELLY: Nosotros queremos Irak para los iraquíes, porque somos hijos de una sola familia; no buscamos ningún “gueto” para los cristianos. Tenemos, como iraquíes, nombres distintos, pero tenemos el mismo padre Abraham y una misma patria. La tierra nos une. ¡Es nuestra tierra desde el principio! Contra todas las divisiones, siempre que la fe de cada cual sea respetada. La religión para cada uno y una patria para todos. Esta es mi idea: todo Irak es para todos los iraquíes. No hemos de elegirnos un “rincón cristiano” y escondernos en él, puesto que, siempre, como cristianos, hemos cooperado en el desarrollo de nuestra patria.
¿Ningún cristiano ha querido nunca reaccionar contra las violencias?
DELLY: Los cristianos nunca tienen que pensar en reaccionar con la fuerza, nunca usamos las armas. Nunca lo aconsejaré. Jesús ha dicho: «Rezad por los que no os aman, por los que os persiguen y dicen mal de vosotros». Él mismo nos lo ha enseñado, y nosotros confiamos en su ayuda. Como responsable de mis cristianos, yo no les diré nunca que reaccionen con la fuerza, sino que soporten todo y recen también por sus enemigos.
¿Y reaccionar políticamente, es decir, como movimiento organizado de los cristianos, y hacer presión ante la autoridad? Los obispos tendrían de este modo más voz en capítulo en política…
DELLY: Pero, ¿cómo van a pensar los cristianos en conseguir una respuesta en esta situación, creando un pequeño lobby político, cuando nadie tiene ahora el poder real de cambiar las cosas? Los corazones y los deseos encoméndemoslos al Señor.
Déjeme añadir una cosa, sobre este punto.
Adelante.
DELLY: Confío en que 30Días hable de las cosas por lo que son, que publique no por interés propio sino por el bien de las almas y la salvación del mundo. Otros periodistas han hecho daño a los caldeos, publicando noticias que han invadido el campo de la Iglesia, causando daño moral, espiritual y político a los cristianos iraquíes. La Iglesia caldea ha sido y será pacífica, hará solo el bien a todos, como nos ha enseñado nuestro Señor Jesucristo.
Una mujer rezando en una iglesia caldea de un barrio central de Bagdad

Una mujer rezando en una iglesia caldea de un barrio central de Bagdad

Cuando vio al presidente Bush visitar en junio al papa Benedicto, ¿qué sintió?
DELLY: Pensé: esperemos que el presidente Bush haga lo que ha expresado con las palabras, es decir, usar todo su poder para traer la paz al mundo. No solo a Irak, sino a Palestina, a Líbano… Esperemos solo que ponga en práctica lo que le prometió al Papa.
Beatitud, ¿usaría usted hoy en relación a los cristianos de Irak el término “persecución”?
DELLY: Sí. Hemos tenido muchos muertos, pobre gente… Nuestro sufrimiento cotidiano es nuestro martirio, algunos de nosotros han derramado la sangre para defender nuestra fe. Sufrimos porque llevamos el nombre de cristianos. Cientos de familias cristianas son expulsadas con la fuerza. ¿Es martirio o no?
En Irak hemos convivido con el islam catorce siglos, yo mismo antes no hubiera sabido distinguir exteriormente entre sunitas y chiítas, o incluso entre musulmanes y cristianos: hoy en cambio es una discriminación tremenda. Los musulmanes de antes deseaban comprar su casa cerca de la de un cristiano, de la concordia que había, y quizá en sus corazones sigue siendo así. Pero ahora algo ha cambiado. Por esto les pido a ustedes que recen, y que hagan rezar a los demás para que el Señor done este espíritu de caridad, de hermandad, de amor mutuo. No solo a Irak, sino también a Oriente Medio, y a todo el mundo.


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