Habla el vicario apostólico de Arabia Saudí, Paul Hinder
«Esto no hubiera podido ocurrir hace algunos años»
Entrevista a Paul Hinder por Giovanni Cubeddu
«Como pastor digo que el encuentro entre el rey
Abdulá y el papa Benedicto XVI representa un acontecimiento
realmente importante, que contribuirá a crear un clima más
sereno entre nuestras dos religiones y también, así lo
espero, podrá ser de ayuda para la consistente minoría de
cristianos que viven en Arabia Saudí. Como es obvio no pienso que
todo vaya a cambiar de aquí a dos días, pero el simple hecho
de que haya habido un contacto al más alto nivel es una señal
muy fuerte de la buena voluntad de alcanzar cierto entendimiento y,
quién sabe, una colaboración más profunda. Ahora, con
respecto a las consecuencias, que podemos definir políticas
–porque respecto a nuestra situación cotidiana en el Vicariato
apostólico evidentemente sería prematuro en este momento
avanzar pronósticos–, trataré por mi parte de hacer lo
posible… quizá estableciendo otros contactos posteriores, en
lo que pueda. Veremos». Son los primeros comentarios del vicario
apostólico de Arabia Saudí, el capuchino Paul Hinder, sobre
las imágenes en que aparecen juntos el papa Benedicto XVI y el
guardián de los lugares sagrados islámicos en el Palacio
Apostólico Vaticano.
¿De qué manera puede ser este encuentro
un primer paso para una serie de aperturas?
PAUL HINDER: Espero que por lo menos en el mundo suní el cambio de actitud de Arabia Saudí pueda tener repercusiones externas, porque hasta ahora se habían movido primero los demás países hermanos. En la península arábica, todos o casi todos los otros Estados, por ejemplo, tienen ya relaciones diplomáticas con el Vaticano, y en sus territorios permiten oficialmente la existencia de lugares de culto cristianos. Sin embargo, un cambio de la posición saudí podría alejar realmente ciertos temores presentes en los demás países que hasta ahora siempre han estado muy atentos a no darles ningún disgusto a los saudíes. Ahora estamos esperando que algo cambie.
¿Podrían nacer ahora colaboraciones positivas en su Vicariato entre musulmanes y cristianos incluso en la vida cotidiana?
HINDER: No vivo en Arabia Saudí, y ante todo tendré que buscar personalmente los canales adecuados para entrar en contacto con quien tiene la sensibilidad de recibir y transmitir el mensaje más oportuno al destinatario. Se avanza siempre con pequeños pasos y eso está bien. Y si consiguiéramos mejorar, poquito a poco, el cuidado pastoral de por lo menos una parte de nuestros cristianos en aquel país, yo lo consideraría una señal de que la esperanza está superando al miedo. Sería ya un gran impulso hacia adelante.
¿Ha tenido la oportunidad de escuchar comentarios en el Vicariato sobre esta visita del Rey al Papa?
HINDER: Nuestros cristianos de los Emiratos, leyendo la noticia en los periódicos y viendo las fotos del Rey entregándole regalos al Papa han definido el encuentro «una hermosa señal»; desean «que dé frutos». Por lo que a mí se refiere, algunos diplomáticos me han hecho ya algunas alusiones, y he notado en ellos cierto grado de esperanza. En fin, hoy ocurren cosas que hace algunos años no hubieran podido suceder.
En el centro, el vicario apostólico Paul Hinder en una conferencia interreligiosa sobre el tema de la tolerancia, Abu Dabi, el 23 de enero de 2007
PAUL HINDER: Espero que por lo menos en el mundo suní el cambio de actitud de Arabia Saudí pueda tener repercusiones externas, porque hasta ahora se habían movido primero los demás países hermanos. En la península arábica, todos o casi todos los otros Estados, por ejemplo, tienen ya relaciones diplomáticas con el Vaticano, y en sus territorios permiten oficialmente la existencia de lugares de culto cristianos. Sin embargo, un cambio de la posición saudí podría alejar realmente ciertos temores presentes en los demás países que hasta ahora siempre han estado muy atentos a no darles ningún disgusto a los saudíes. Ahora estamos esperando que algo cambie.
¿Podrían nacer ahora colaboraciones positivas en su Vicariato entre musulmanes y cristianos incluso en la vida cotidiana?
HINDER: No vivo en Arabia Saudí, y ante todo tendré que buscar personalmente los canales adecuados para entrar en contacto con quien tiene la sensibilidad de recibir y transmitir el mensaje más oportuno al destinatario. Se avanza siempre con pequeños pasos y eso está bien. Y si consiguiéramos mejorar, poquito a poco, el cuidado pastoral de por lo menos una parte de nuestros cristianos en aquel país, yo lo consideraría una señal de que la esperanza está superando al miedo. Sería ya un gran impulso hacia adelante.
¿Ha tenido la oportunidad de escuchar comentarios en el Vicariato sobre esta visita del Rey al Papa?
HINDER: Nuestros cristianos de los Emiratos, leyendo la noticia en los periódicos y viendo las fotos del Rey entregándole regalos al Papa han definido el encuentro «una hermosa señal»; desean «que dé frutos». Por lo que a mí se refiere, algunos diplomáticos me han hecho ya algunas alusiones, y he notado en ellos cierto grado de esperanza. En fin, hoy ocurren cosas que hace algunos años no hubieran podido suceder.