Home > Archivo > 01 - 2008 > Se requiere tiempo y buena voluntad
ORIENTE PRÓXIMO
Sacado del n. 01 - 2008

Las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la ANP

Se requiere tiempo y buena voluntad



por Giovanni Cubeddu


Shawqi Jabriel Armali en audiencia con Benedicto XVI, el 10 de diciembre de 2007

Shawqi Jabriel Armali en audiencia con Benedicto XVI, el 10 de diciembre de 2007

Bachillerato con los Hermanos de las Escuelas cristianas, estudios de Derecho en la Universidad de San José en Beirut, militancia política juvenil. Con esta preparación Shawqi Armali, nacido en Haifa en 1936, se asomó al mundo de la diplomacia, a la que pertenece ya desde hace más de cuarenta años. Desde 1984 estuvo en Bruselas, como representante de la OLP para Bélgica, Luxemburgo y Comunidad (luego Unión) Europea. Desde 2006 es consejero del presidente palestino Mahmoud Abbas (Abu Mazen), y ahora ha sido enviado a Roma.
Las relaciones diplomáticas entre la OLP y la Santa Sede existen desde 1994, y llevaron en 2000 a la firma de un Basic Agreement (acuerdo de base) cuyo éxito político para Yasir Arafat residió sobre todo en que en el acuerdo se condenaban las decisiones unilaterales israelíes que «alteran el carácter específico y el status de Jerusalén». En el Acuerdo se reafirma la libertad religiosa de todos los ciudadanos y su igualdad frente a la ley, independientemente de la religión a que pertenezcan. Garantías que se dan también a los cristianos, por consiguiente.
El Ministerio de Exteriores israelí consideró entonces que el acuerdo era una interferencia en las negociaciones de paz israelo-palestina, pero a propósito del borrador de Constitución del futuro Estado palestino el propio patriarca latino de Jerusalén, Michel Sabbah, tuvo que recordarles posteriormente a los legisladores de Ramala que no podía aceptarse sic et simpliciter la afirmación contenida en ella de que el Islam es la religión oficial de Estado. El tiempo y la buena voluntad deberán resolver el problema.
Hoy el recrudecimiento del terrorismo en Israel oscurece los deseos de la Conferencia de Annapolis, exactamente lo que no necesitan los palestinos, especialmente los que no aprueban el extremismo de ambas partes y que llevan decenios, y no por su culpa, en los campos de prófugos y ahora en la prisión al aire libre de Gaza. Una tragedia humanitaria. Y cada vez que existe extremismo los que pagan las consecuencias son los fieles sencillos, cristianos o musulmanes.
Todo esto ocupa el primer lugar en la agenda del embajador Armali. Y una comprensible y continua petición a la Secretaría de Estado vaticana de mayor legitimación política para la Autoridad Nacional Palestina.


Italiano English Français Deutsch Português i_tipo_seminaristi_l2.htm"> » per i seminaristi
-->