Los judíos escondidos en la vía de Santa Chiara

Estos son los nombres de los cincuenta judíos escondidos en el Seminario Francés durante el período de la ocupación nazifascista de Roma. Datos, hasta ahora nunca publicados en Italia, encontrados en 2003 en el archivo del Seminario

por Pina Baglioni

Las listas de los judíos escondidos en el Seminario Francés de la vía de Santa Chiara durante la Segunda Guerra Mundial

«Los seminaristas son poco numerosos... ciento diez están en la guerra. El año escolar, que empezó con unos veinte alumnos, contará en todo este año con cuarenta y seis seminaristas, de los cuales catorce son franceses, catorce italianos, cinco malteses, tres irlandeses, dos yugoslavos, dos maronitas, dos suizos, un holandés, un inglés, uno de América del Norte, uno de las Mauritius. Con ellos, diez curas, seis escolásticos del Espíritu Santo... Sin dejar de ser el Seminario Francés, nos hemos convertido en un verdadero seminario católico». Esto anotaba el 15 de octubre de 1939 el anónimo cronista del Journal de Communauté 1930-1943, el diario interno del Pontificio Seminario Francés. En aquel tiempo, pues, el estallido de la guerra había vaciado la casa de la calle de Santa Chiara, dirigida en aquel momento por el padre François Monnier, la cual, gracias a la presencia de los seminaristas extranjeros, no se había visto obligada cerrar. Después del 1 de noviembre de 1940 llegaron también algunos napolitanos que habían escapado de los bombardeos en su ciudad.
Seguirán años duros, durante los cuales la comunidad de la calle de Santa Chiara tratará de todos modos de vivir en un clima de normalidad: las audiencias del papa, las celebraciones eucarísticas en la iglesia de San Luis de los Franceses, las pequeñas celebraciones con motivo de algún seminarista ordenado sacerdote.
Mientras tanto, una vez que cayó el régimen fascista y se firmó el armisticio, el 8 de septiembre de 1943 Roma se prepara a vivir nueve meses de ocupación nazifascista. «Estamos en lo mínimo... Hemos rechazado una docena de peticiones de italianos que querían entrar aquí con nosotros... Nadie puede venir de Francia, pues los alemanes siguen en el norte de Florencia», se lee en el Journal de Communauté, 1943-1957. Un pasaje bastante contradictorio. ¿Cómo es que un seminario que está en lo mínimo no puede acoger a los seminaristas italianos? La explicación se encontró solo en 2003, cuando el entonces rector, el padre Yves-Marie Fradet, con motivo de una clasificación de los papeles de archivo del Seminario, encuentra una Note confidentielle “C 14-2 Guerre 1939-45”. En la nota se lee: «Solo ahora se nos ha permitido escribir que el Seminario, en ocho meses, ha escondido un centenar de perseguidos. Desde octubre, hemos venido teniendo entre treinta y cuarenta... Un capitán belga mandado hasta aquí desde Suiza, luego soldados y capitanes italianos que se negaron a luchar junto a los alemanes, numerosos judíos (unos cincuenta en total)».
Evidentemente, la explicación de aquella extraña negativa del Seminario a los italianos estribaba en que el Seminario escondía a aquellos perseguidos.
Que el Seminario hubiera escondido a cincuenta judíos durante los nueve meses de ocupación nazifastista en Roma es algo conocido por los historiadores gracias al fundamental volumen de Renzo De Felice Storia degli ebrei italiani sotto il fascismo, publicado en 1961 por Einaudi. Pero el padre Yves-Marie Fradet, rebuscando entre todos los documentos conservados en el archivo del Seminario, encontró también las listas de los nombres de aquellos cincuenta judíos, escritas en papel normal de cuaderno de cuadritos, y que el ex rector del Seminario francés publicó por primera vez en el volumen conmemorativo 150 ans au coeur de Rome. Le Séminaire Français, 1853-2003 (preparado por Philippe Levillain, Philippe Boutry e Yves-Marie Fradet, Editions Karthala, París 2004).
La lista de los nombres de los judíos refugiados en el Seminario Francés nunca fue publicada en Italia. Antes de abandonar nuestro país y volver a desempeñar su labor de misionero en África, el padre Yves-Marie Fradet, el último rector perteneciente a la congregación del Espíritu Santo, le ha permitido a 30Días publicar aquellos nombres.
Volviendo a las páginas del Journal de Communauté se lee: «Antes de Navidad se nos informó de que iba a haber un registro: la casa fue evacuada de prisa y corriendo. Gracias a Dios no tuvimos mala suerte... El 4 de junio de 1944 tuvimos otra vez unos 40 refugiados, de los que veinticinco eran judíos, un capitán americano, un lugarteniente de la aviación francesa..., seis jóvenes franceses, dos polacos y algún que otro italiano, con el abad Battmann, desertor alsaciano».
No es posible saber si aquellos veinticinco judíos alojados el 4 de junio de 1944 en el Seminario formaban parte de los cincuenta nombrados precedentemente. En todo caso, el anónimo redactor termina diciendo: «María, una vez más, ha sido “Tutela Domus”».