El pasado 15 de marzo los obispos maronitas reunidos en Bkerké (cerca de Beirut), sede del Patriarcado, eligieron a Béchara Raï, obispo de Jbeil, Byblos de los Maronitas, nuevo patriarca de Antioquía de los Maronitas. Su beatitud Béchara Boutros Raï, de 71 años, ordenado sacerdote en 1967 y consagrado obispo en 1986, conoce bien Roma y el Vaticano, ya que ha estudiado aquí, en el Pontificio Colegio Maronita, y aquí, durante años, como miembro del Consejo Pontificio para las Comunicaciones sociales, fue el responsable del programa árabe de Radio Vaticano. Su beatitud Béchara Raï sucede a Nasrallah Pierre Sfeir, que el pasado febrero, a la edad de noventa años, presentó su renuncia. El pasado 14 de abril, recibiendo en audiencia al nuevo patriarca, Benedicto XVI le confirmó la ecclesiastica communio.
Desde hace unos años en Líbano, país crucial para la estabilidad de Oriente Próximo, la solemnidad de la Anunciación es fiesta nacional, para la alegría de los cristianos, naturalmente, y de los musulmanes que veneran a María como madre del profeta Jesús. Una fiesta nacida bajo el signo de esa convivencia entre cristianos y musulmanes que, en las cambiantes y a veces dolorosas vicisitudes de la historia, ha sido la característica de este país. Béchara en árabe quiere decir “Anunciación”. Un buen auspicio.
![Béchara Raï inmediatamente después de ser elegido patriarca de Antioquía de los Maronitas, el 15 de marzo de 2011 [© STR New/Reuters/Contrasto]](http://www.30giorni.it/upload/articoli_immagini_interne/01-04-05-011.jpg )
Béchara Raï inmediatamente después de ser elegido patriarca de Antioquía de los Maronitas, el 15 de marzo de 2011 [© STR New/Reuters/Contrasto]
¿Qué pensó en el momento de su elección?
BÉCHARA RAÏ: Durante el Sínodo, los otros posibles candidatos al patriarcado, en cierto momento, dieron un paso atrás para que se llegara a una elección unánime. En ese momento me vino a la mente el lema de mi mandato: «Comunión y amor», que luego escribí en la papeleta electoral. Así, durante el escrutinio, mientras se repetía mi nombre, en cierto momento se leyó también este lema. Era un modo de decir que aceptaba lo que decidiera el Sínodo, pero bajo el signo de la comunión y del amor.
La Iglesia maronita, de rito oriental y desde siempre en comunión con Roma, ¿desempeña un papel de puente entre la cristiandad occidental y la ortodoxa?
Por su historia los maronitas mantienen relaciones fecundas tanto con las Iglesias de tradición griega y siriaca como con la Santa Sede. También por ello desempeñaron un papel importante cuando se produjeron uniones entre Iglesias de rito oriental y Roma, me refiero a las Iglesias llamadas uniatas. Por historia y tradición nuestro papel es el de puente entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa. Una tarea ecuménica muy valiosa para la cristiandad.
A propósito de las relaciones con la Ortodoxia, el cardenal Levada, prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe, dijo durante su intervención en el Sínodo para las Iglesias orientales que quiere interpelar a los patriarcas de Oriente con el fin de recoger opiniones para una posible reforma del ministerio petrino...
Algo parecido se hizo ya con Juan Pablo II. Yo era miembro de la Comisión que debía recoger las respuestas de los patriarcas y referir al Santo Padre. En esa sede recogimos las aportaciones de varios patriarcas y obispos orientales, pero luego este trabajo quedó inacabado.
¿Hubo alguna propuesta de las que llegaron a la Comisión que le llamó la atención más que las otras?
Estaba la propuesta, entre otras, de que los patriarcas orientales pudieran extender su jurisdicción a los fieles de la diáspora, por tanto fuera del territorio tradicionalmente llamado territorio patriarcal. Esta propuesta, por desgracia, no fue aceptada. Recuerdo que se habló de ello en 2000, con motivo de un congreso por el décimo aniversario de la promulgación del Código de derecho canónico de las Iglesias orientales, y, en esa ocasión, el secretario de Estado vaticano, hablando en nombre del Papa, explicó que no era posible extender la jurisdicción de los patriarcados por dos motivos. El primero concierne al principio de territorialidad: por tradición el territorio patriarcal tiene un límite geográfico circunscrito al ámbito oriental, ni el principio de territorialidad puede convertirse en principio de subjetividad. El segundo motivo, nos refirió, es que el patriarcado es una institución eclesiástica y, en cuanto tal, puede incluso desaparecer, mientras que el episcopado y el papado son, al contrario, instituciones divinas y no caducas. Puesto que el papa es obispo de todos los católicos y puesto que hay obispos locales que tienen poder pastoral jurisdiccional también sobre los fieles de la diáspora, no hace falta extender la jurisdicción del patriarca. Esta fue, muy sintéticamente, la respuesta que se dio.
¿Qué importancia tiene la relación entre el Patriarcado de Antioquía de los Maronitas y los fieles de la diáspora diseminados por el mundo?
Para el patriarca de Antioquía de los Maronitas es importante también el cuidado pastoral de estos fieles. Es una tarea que ya desempeñan las varias diócesis maronitas diseminadas por el mundo; en otras partes, en cambio, lo hacen comunidades organizadas, es decir, parroquias maronitas, que depende del ordinario local, que es el latino; en fin, hay comunidades sin sacerdotes. Por tanto, es nuestra tarea proveer a nivel pastoral: enviar sacerdotes, religiosos y religiosas y, donde existen comunidades organizadas proveer a las diócesis. Pero el vínculo entre los emigrados y la madre patria se mantiene también a nivel eclesial y de sociedad civil, mediante las muchas organizaciones que conservan vivas dichas relaciones. Un aspecto relevante de este vínculo es el mantenimiento de la nacionalidad libanesa por parte de descendientes de familias maronitas. Es importante porque, en un sistema político como el libanés, basado en la demografía, permite que los cristianos mantengan invariado su número y, consiguientemente, su peso político. Téngase en cuenta que en nuestro sistema político hay una participación paritaria en la administración de la cosa pública de cristianos y musulmanes, pues la población está formada mitad por cristianos y la otra mitad por musulmanes: si los números cambiaran mucho, cambiaría también este equilibrio. Pero el vínculo con nuestros emigrados es importante también porque Líbano es para los maronitas su patria espiritual, sus tradiciones, su historia. Además este vínculo les permite a los emigrados sostener económicamente a las familias que se han quedado y también la “causa” libanesa. En fin, la diáspora puede hacer mucho a nivel de proyectos de desarrollo y de proyectos sociales.
![Benedicto XVI recibe en audiencia a su beatitud Béchara Raï, el 14 de abril de 2011 [© Osservatore Romano]](http://www.30giorni.it/upload/articoli_immagini_interne/02-04-05-011.jpg)
Benedicto XVI recibe en audiencia a su beatitud Béchara Raï, el 14 de abril de 2011 [© Osservatore Romano]
Tras su elección, quiso usted entrevistarse con los cuatro líderes más importantes de los partidos políticos cristianos presentes en Líbano...
Hoy en Líbano hay una gran división entre lo que se llama el “Bloque del 14 de marzo”, en el que hay partidos cristianos aliados de los musulmanes suníes (que tienen relaciones con Arabia Saudí, Egipto y Estados Unidos), y el “Bloque del 8 de marzo”, donde otros cristianos son aliados de los chiíes y Hezbolá, los cuales, a su vez, tienen relaciones con Irán y Siria. Esto crea tensión, también porque entre chiíes y suníes hay una conflictualidad muy alta. Esta situación ha creado distancia también entre los cristianos, por lo que los líderes cristianos no conseguían entrevistarse. Así que organicé un encuentro en el Patriarcado con la esperanza de favorecer la distensión en las relaciones entre cristianos y, consiguientemente, también en la nación. Y es lo que ha ocurrido. Los varios líderes cristianos hablaron de sus diversas opciones políticas y, aun reafirmando sus posturas, llegaron a la conclusión de que sus visiones políticas son complementarias y no contrapuestas. La multiplicidad de opciones políticas, más que una causa de choque, puede ser, en cambio, riqueza y garantía de democracia. En el encuentro se dio un buen entendimiento, que ha creado distensión a nivel público. Ahora, tras romperse el hielo, las reuniones entre políticos cristianos seguirán, pero más abiertas, para ampliar las bases del diálogo. Además de este encuentro en el Patriarcado se celebró una cumbre entre varios líderes religiosos, musulmanes y cristianos, que al final hizo una declaración conjunta sobre los principios y los fundamentos de la nación en los que todos los libaneses, más allá de su religión, se reconocen, y sobre el hecho de que la política, en cuanto tal, se debe dejar a los políticos. Creo que todo esto puede dar nuevo impulso a la unidad del país. Espero, en fin, que pronto puedan llevarse a cabo encuentros entre políticos musulmanes y cristianos, en cuyo ámbito confrontarse sobre los temas más candentes de la vida social y política del país.
Por tanto, el problema no es crear un único partido político de los cristianos, sino buscar un acuerdo entre los varios partidos.
Líbano es un país democrático y pluralista, así que bienvenida sea la diversidad de opiniones y puntos de vista. Pero hay dos cosas que nos unen: los fundamentos de la nación y los objetivos comunes. Líbano se funda en algunos principios políticos que, desde el nacimiento del Estado, son una constante que nunca ha faltado, es decir, que Líbano es un país democrático, parlamentario, basado en la convivencia entre musulmanes y cristianos, los derechos del hombre, la libertad, en el pacto nacional por el que cristianos y musulmanes participan de manera igualitaria en la gestión de la cosa pública. Estos son los fundamentos de nuestro país, que son indispensables precisamente por la naturaleza de nuestra nación: porque en Líbano, vista la presencia histórica de cristianos y musulmanes, existen dos tradiciones diversas, dos culturas diversas, etc. Por lo que concierne, en cambio, a los objetivos comunes son, a saber: cómo conservar Líbano como entidad estatal, cómo conservar su identidad y cómo actuar por el bien común y, por lo que concierne especialmente a los cristianos, cómo conservar su presencia en nuestro país. Para salvaguardar los principios fundamentales de nuestro Estado y para alcanzar estos objetivos no se trata de unificar las varias opciones políticas, sino todo lo contrario. Se dice que «todos los caminos llevan a Roma»: son dignas de alabanza la diversidad de opiniones, de opciones políticas, de alianzas porque no hay una facción política que pueda pretender ser la “verdadera”, todas tienen un aspecto de verdad. Nuestra tarea es favorecer este enfoque constructivo y no conflictivo.
¿Cómo se relacionará el patriarca con Hezbolá?
Antes existía una Comisión donde el Patriarcado y Hezbolá dialogaban sobre los problemas del país, pero esta confrontación provechosa se ha interrumpido. Cuando, después de mi elección, una delegación de Hezbolá vino a rendir homenaje al nuevo patriarca, les dije que había que reanudar el diálogo, sobre todo mediante el restablecimiento de esta Comisión, porque no podemos dejarlo caer en el vacío. Los conflictos entre hombres, entre grupos nacen de incomprensiones y prejuicios. No es que debamos dialogar sobre todas las opciones políticas, pero podemos intentar aclararnos sobre muchos puntos. Respecto a Hezbolá, hubo en el pasado el problema de la naturaleza de este partido, porque había quienes no aceptaban que poseyera armas. Pero hoy esta discusión se ha agotado porque era estéril. Ahora se habla de estrategia común de defensa, es decir, de cómo Líbano tiene que organizar la posesión y el uso de las armas. No es aceptable que Hezbolá pueda usar las armas cuando quiere, pueda declarar guerra o tratar la paz con Israel sin ninguna relación con el gobierno del país. Por eso se habla de una estrategia de defensa que concierne conjuntamente al Estado, Hezbolá, el ejército regular, las milicias de Hezbolá, etc... Aún no se ha llegado a ninguna aclaración sobre este punto, pero todos han aceptado más o menos el concepto. Mientras que se ha rechazado totalmente la tesis de que Hezbolá debe entregar las armas. Es una petición que no puede ser aceptada y, además, pone en crisis la relación con Hezbolá. Debemos confrontarnos, también para obtener garantías de que Hezbolá no utilice las armas en el interior contra sus adversarios políticos, ni declare guerra a Israel independientemente de toda referencia al legítimo poder libanés. No es aceptable un Estado dentro del Estado. Son temas que sintetizamos con la expresión “estrategia común de defensa”.
Ha hablado varias veces de la importancia de la convivencia entre cristianos y musulmanes en Líbano...
La convivencia en nuestro país quedó definitivamente plasmada con el Pacto nacional de 1943, cuando musulmanes y cristianos expresaron dos negaciones: no al Oriente y no al Occidente.Quiere decir que los musulmanes libaneses no pueden trabajar en un proceso de integración con Siria o con cualquier otro país árabe con régimen islámico, ni los cristianos con Occidente y especialmente con Francia. Al mismo tiempo los musulmanes han renunciado a toda pretensión respecto a la posibilidad de instaurar una teocracia islámica, mientras que los cristianos, por su parte, han renunciado al laicismo de corte occidental. Así en Líbano se ha construido un Estado que es un camino intermedio entre la teocracia oriental y los regímenes secularizados occidentales. Es un país civil, que respeta la dimensión religiosa de todos los ciudadanos; no se puede imponer un sistema teocrático, ni una religión de Estado. La convivencia entre cristianos y musulmanes está establecida por la Constitución, que en el artículo 9 afirma que Líbano es un gran homenaje a Dios, respeta todas las religiones, reconoce sus estatutos, garantiza la libertad religiosa y la práctica religiosa de todos. El Estado libanés no legisla en materias que conciernen a la religión, en materia de matrimonio u otras, como sucede, en cambio, en Occidente donde se hacen leyes en contraposición a la ley natural: por ejemplo, la relativa a los matrimonios entre personas del mismo sexo. En estas materias las distintas comunidades religiosas tienen su autonomía legislativa.
¿Considera Líbano un ejemplo virtuoso de convivencia también a nivel internacional?
Por supuesto. Vemos que en Occidente se margina a la religión y esto el islam no puede aceptarlo. Por otra parte, vemos que en el mundo oriental se han instaurado sistemas políticos en los que la religión tiene una importancia fundamental, pero son cerrados. Y esto concierne a los países islámicos y a Israel. En Líbano, en cambio, hay un Estado democrático, pluralista, que respeta la dimensión religiosa de todos los ciudadanos y los derechos del hombre. Es la belleza de nuestro país, que le hizo afirmar a Juan Pablo II que Líbano más que una nación es un mensaje y un ejemplo, un ejemplo virtuoso para Oriente respecto a los regímenes fundados en la religión, y para Occidente respecto a sistemas políticos basados en la secularización.
![Los partidarios de Hezbolá se manifiestan en Beirut el 19 de marzo de 2011 en favor de las rebeliones populares contra los regímenes en Egipto, Túnez, Yemen, Libia y Bahrein <BR>[© Associated Press/LaPresse]](http://www.30giorni.it/upload/articoli_immagini_interne/08-04-05-011.jpg )
Los partidarios de Hezbolá se manifiestan en Beirut el 19 de marzo de 2011 en favor de las rebeliones populares contra los regímenes en Egipto, Túnez, Yemen, Libia y Bahrein
[© Associated Press/LaPresse]
¿Qué opina de las rebeliones que tienen lugar en los países árabes y que, por lo demás, han llegado a un país como Siria, muy importante para Líbano?
El problema es complejo. En Siria gobierna una minoría alauí, mientras que la gran mayoría de los musulmanes es suní. Los suníes, que no son fundamentalistas, gobernaban el país antes de que llegaran los Assad y ahora piden reformas... En Egipto, en cambio, están los Hermanos Musulmanes que pueden dar un giro fundamentalista al nuevo curso político del país. Hay que considerar que el islam está desgarrado por varios conflictos: entre chiíes y suníes en Irak y en otras partes, entre alauíes y suníes en Siria y en otros países. No sé dónde nos llevará todo esto, pero es preocupante: hay peligro de que en alguno de estos Estados se instaure un régimen islámico fundamentalista o un régimen dictatorial peor que los anteriores; o también que se llegue a la división de esta región en pequeños Estados confesionales, según lo que algunos observadores internacionales llaman proyecto para un nuevo Oriente Próximo. El futuro es incierto. Nosotros hacemos votos para que estos países encuentren la paz en el respeto de los derechos humanos de los pueblos, porque sabemos que los regímenes que estas rebeliones han puesto en entredicho son de corte dictatorial, en los que existe un sistema político-religioso cerrado y el partido único. Son países con grandes recursos, cuyas riquezas no están distribuidas y en los que la gente es muy pobre. Todas estas rebeliones, estas manifestaciones de masas se han llevado a cabo, generalmente, sin armas, con Facebook: es gente que reclama sus propios derechos y libertades. Algunos países han hecho reformas, otros no las han hecho. Donde no se ha encontrado una respuesta positiva a las expectativas de la gente, la situación está empeorando y esto nos preocupa cada vez más, porque esta crisis repercute también muy negativamente en las comunidades cristianas, como ha ocurrido en Irak, porque por desgracia los que padecen las consecuencias de ciertas situaciones son los cristianos. Estamos muy preocupados también por Líbano, que se encuentra en este ámbito y sufre todas estas crisis. Nos dirigimos a la comunidad internacional para que ayude a estos pueblos.
La última pregunta es sobre la paz entre Israel y Palestina…
En el origen de todas las crisis y de todos los problemas de Oriente Próximo está el conflicto israelí-palestino. Es el “pecado original”, la matriz que nutre todas las crisis de nuestra región. Por desgracia la comunidad internacional no está actuando como debería: hay que aplicar las resoluciones del Consejo de seguridad, empezando por la que prevé el regreso de los refugiados a su propia tierra. La ONU ha sido creada para favorecer la paz en el mundo y, en cambio, no hace nada, porque, desgraciadamente, es rehén de las grandes potencias. Los palestinos deben tener su Estado y los refugiados deben poder regresar a su propia tierra. En Líbano vive medio millón de refugiados de un total de cuatro millones de habitantes, un número exorbitante... Una presencia que constituye un problema para la seguridad, desde el momento que tienen armas y las usan fuera de todo control, pero también un drama político y social. Los conflictos que han atormentado Líbano, desde 1975 hasta hoy, han sido causados por la presencia de estos refugiados que presionan por volver a sus tierras. Si se resolviera este conflicto Hezbolá perdería su razón de ser... Es que las grandes potencias juegan con el destino de los pueblos.Basta ver lo que ha ocurrido en Irak, donde han intervenido, se decía, para instaurar la democracia y, en diez años han sido asesinadas más personas que todas las que haya matado Saddam Hussein...