Home > Archivo > 01/02 - 2005 > Aquella reunion en Munster
HISTORIA
Sacado del n. 01/02 - 2005

Aquella reunion en Munster


La carta que publicamos documenta la reunión, celebrada en noviembre de 1943, entre el líder reconocido de la disidencia civil, Carl Goerdeler, y el obispo de Münster, Clemens August von Galen. La reunión se celebró en la fase crucial de los preparativos del histórico atentado del 20 de julio de 1944




Münster, 26 dde junio de 1946
Melcherstrasse 24
Dr. Hermann Pünder2


Carl Goerdeler, líder de la disidencia civil

Carl Goerdeler, líder de la disidencia civil

Reverendo monseñor:

Me he enterado últimamente por el decano de la ciudad, Berghaus, que está usted escribiendo una biografía de nuestro señor cardenal de Münster. Creo poder aportar datos interesantes a su trabajo, siendo yo la única persona aún con vida que los conoce.
Usted sabrá sin duda que el buen cardenal y yo estuvimos muy unidos en la vida. Este conocimiento se remonta a la época que transcurrimos juntos en Berlín, cuando el conde Von Galen se dedicaba al cuidado de las almas en Berlín occidental y yo desarrollaba mi actividad en la Wilhelmastrasse. Volvimos a vernos con gusto en Münster, cuando fui a visitar a mi párroco como prefecto de nuevo nombramiento y feligrés de San Lamberto.
Nuestras estrechas relaciones continuaron cuando al año siguiente el conde Von Galen fue nombrado obispo, aunque, por fuerza mayor, no pudimos vernos desde entonces con tanta frecuencia. Pero los dos sabíamos cómo pensábamos. Sobre todo durante el difícil período del nazismo. Esta premisa es necesaria para que comprenda lo que sigue. Uno de mis conocidos era el ex primer alcalde de Leipzig y comisario del Reich para el control de precios, el doctor Carl Goerdeler. El era notoriamente el eje civil de los acontecimientos del histórico 20 de julio del 44.
Yo conocía, en cierto sentido, los hechos; fui capturado la noche que siguió al 20 de julio, me hallé frente al Volksgerichtshof (Tribunal del pueblo) acusado de alta traición, y, tras sufrir las peores tribulaciones en muchos campos de concentración, pude salvar la vida de un modo que tiene mucho de milagroso.
El señor Goerdeler había venido en noviembre de 1943 a visitarme a Münster; con su círculo de amigos sólo se relacionaba verbalmente, por el grave peligro.
En esta visita expresó también el deseo de conocer a nuestro señor obispo. Así que fui primero a visitar al conde Von Galen, informándole de la personalidad del visitante. Lo recomendé y el obispo declaró que le gustaría recibirlo. El coloquio tuvo lugar la misma tarde, cara a cara.
Luego hablé con los dos señores: con el doctor Goerdeler la misma tarde, dado que era mi huésped para no tener que dejar su nombre en el hotel. Con el señor obispo hablé algunos días después. Ambos señores estaban muy contentos de haberse conocido. El doctor Goerdeler estaba contento de haber encontrado en el obispo de Münster una persona calurosamente simpatizante del movimiento de resistencia que él capitaneaba.
Sin embargo, he de decir que en este primer estadio todavía no se hablaba concretamente del desarrollo de los futuros atentados. Todos los adeptos, como es obvio, debían mantener el silencio. Pero el doctor Goerdeler rompió por desgracia este silencio tras mi captura. Con esto no pretendo censurarle, sobre todo porque ya no está vivo y conozco los métodos terroristas de la Gestapo. Pero mi vía crucis personal tiene en este hecho su única causa, como sé por declaraciones del doctor Goerdeler que se utilizaron en mi contra durante los interrogatorios.
Según uno de estos protocolos, además, con motivo de una visita al ex secretario de Estado Pünder en Münster, había visitado también al obispo de Münster, conde Von Galen. Pero por lo que yo sé, todos los demás amigos y conocidos que había visitado el doctor Goerdeler en este período de preparación fueron capturados, como yo, por la Gestapo, y llevados por alta traición ante el Tribunal del pueblo, por este protocolo del doctor Goerdeler nadie se ha atrevido, como se sabe, a usar este trato para con el señor obispo.
El obispo de Münster, Clemens August von Galen

El obispo de Münster, Clemens August von Galen

Pero durante mis terribles interrogatorios el odio de los esbirros de la Gestapo por nuestro obispo era inconmensurable.
No sé si sabe usted que nuestro señor obispo trabajó mucho ante las potencias de ocupación, inmediatamente después del derrumbe, para que me liberaran inmediatamente y que, después de mi feliz regreso a casa a principios de agosto del año pasado, me invitó amablemente a tomar café un domingo por la tarde.
En esta ocasión estuvimos hablando naturalmente a fondo de los hechos de noviembre de 1943, que entonces ya sólo conocíamos nosotros dos.
El señor obispo deploró muchísimo conmigo la muerte violenta del doctor Carl Goerdeler, que él había conocido como un alemán recto y un hombre realmente cristiano.
Le dejo a usted, muy reverendo monseñor, con la mayor devoción la decisión de utilizar estar carta como prefiera, en fragmentos o toda entera, en la obra que ha ideado.
Reciba los mejores deseos de este
su devotísimo
Hermann Pünder
Doctor Herman Pünder
Secretario de Estado a/D
Primer alcalde de la ciudad de Colonia


Italiano English Français Deutsch Português