Home > Archivo > 11 - 2005 > «Cada excursión era un encanto»
SANTUARIOS MARIANOS
Sacado del n. 11 - 2005

«Cada excursión era un encanto»



por Pina Baglioni




Estamos en 1927 y en Vicenza se está celebrando el cuarto centenario de la aparición de la Virgen del monte Berico. En medio de los miles de peregrinos que suben hacia el santuario, hay un sacerdote y dos muchachos. Vienen los tres de Canale d’Agordo y son el arcipreste de Canale, don Filippo Carli, Albino Luciani, de quince años, y Saba De Rocco, de diecisiete. Los dos jovencitos, amigos desde la escuela primaria, son seminaristas. El futuro los conocerá a uno como Papa y al otro como superior general de la Congregación de los Somascos. Los dos, además, se encontrarán más tarde en Roma como padres conciliares del Vaticano II.
Siete años después de aquella peregrinación al monte Berico muere don Carli, el amadísimo y nunca olvidado párroco de Canale. En más de una ocasión tanto Luciani como De Rocco recordarán a aquel cura que tanto les había animado a emprender el camino sacerdotal. De las muchas memorias, hay una del padre Saba De Rocco precisamente sobre aquella peregrinación a la Virgen del monte Berico, que reproducimos aquí.
«La última excursión-peregrinación que recuerdo, bien poco agotadora, fue cuando fuimos con don Filippo en 1927 a Vicenza en tren. Creo que se celebraba el cuarto centenario de la aparición de la Virgen del santuario del monte Berico. Llegamos la tarde anterior y pasamos la noche en un hotel de la ciudad. Por la mañana temprano nos acercamos a pie, al toque solemne de la gran campana del santuario, por los pórticos hasta la gran explanada: asistimos desde donde pudimos colocarnos, en los bordes del campo, a la misa pontifical cantada, celebrada por el cardenal La Fontaine, patriarca de Venecia; pero no pudimos entrar, por la cantidad de gente abarrotada, en el bellísimo santuario. Por la tarde volvimos a coger el tren y regresamos a Canale.
Cada excursión era un encanto, una escuela, una instrucción, una cinceladura del gran y amado maestro, que nos guiaba por los caminos de la tierra, a cada uno hacia nuestro destino».

Saba De Rocco, Memorie inedite,
Canale d’Agordo 1982


Italiano English Français Deutsch Português