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EL PAPA EN AMÉRICA LATINA
Sacado del n. 04 - 2007

«El hombre de la caridad y la paz»


Así lo definió la Cámara del Senado de São Paulo. Escuchado por las autoridades civiles y eclesiásticas. Venerado por todo el pueblo. La historia del fraile confesor Antonio de Santa Ana Galvão, el primer santo de origen brasileño. Entrevista con el cardenal José Saraiva Martins


Entrevista al cardenal José Saraiva Martins por S. Falasca


«Este hombre es tan necesario… precioso para toda esta ciudad y los pueblos de la capitanería de São Paulo. Todos van a él para pedir consejo, todos quieren beneficiarse de su virtud, ninguno de los habitantes de la ciudad podría soportar ni un minuto la ausencia de este religioso…». Esta carta, fechada el 17 de abril de 1798, está firmada nada menos que por la Cámara del Senado de São Paulo, la mayor autoridad institucional de la entonces colonia portuguesa. Va dirigida al provincial de la Orden de San Francisco y el motivo de la carta está claro: queremos que el religioso se quede. Y no es desde luego algo ordinario que la mayor autoridad civil, con el apoyo de toda la población, se eche adelante para pedirles a sus superiores que un fraile se quede para siempre en aquella ciudad y en aquel convento. Además, la autoridad eclesiástica de São Paulo no duda a la hora de hacer la misma petición. Tan grande era la estima, el respeto y la confianza de que gozaba. Dicen las crónicas que en toda la historia de la antigua Provincia paulista el caso de este fraile es único, pues solo por él todo el pueblo, creyente y no creyente, junto al deseo de la autoridad civil y la eclesiástica, insiste en que por ninguna razón se le traslade, «sino que se quede desarrollando su acción, ejemplo de vida totalmente dedicada al bien». Pero, ¿quién era este fraile? Siguen diciéndonos sus contemporáneos: «Es el hombre de la caridad y de la paz». Y también esta es una consideración que surgía de todo el pueblo y que ha seguido a lo largo de los siglos. Vox populi, vox Dei. Fray Antonio de Santa Ana Galvão, franciscano, nacido en Guarantiguetá en 1739 y muerto en 1822, año de la independencia de Brasil, es el primer beato nacido en Brasil en ser canonizado. Y es Benedicto XVI quien lo proclama santo en São Paulo, el 11 de mayo. En la solemne ceremonia está presente el prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, el cardenal José Saraiva Martins, a quien le preguntamos…

Un niño rezando delante de la imagen 
de fray Antonio de Santa Ana Galvão 
en la capilla del “Mosteiro da Luz”, 
Bairro da Luz, São Paulo

Un niño rezando delante de la imagen de fray Antonio de Santa Ana Galvão en la capilla del “Mosteiro da Luz”, Bairro da Luz, São Paulo

Eminencia, según las memorias de sus contemporáneos, fray Antonio Galvão era estimado por el pueblo y por sus hermanos de hábito, por las autoridades civiles y por las eclesiásticas. ¿Qué hizo para ganarse una admiración tan unánime?
JOSÉ SARAIVA MARTINS: Frei Galvão era un franciscano alcantarino que vivió en la pobreza y obediencia. Un fraile sencillo. En todo sencillo: en la persona, en la obra, en los escritos. Lo que hizo lo han descrito así: «Ninguna imposición, ninguna ostentación, nada para impresionar, nada que exigir». La fuerza de sus virtudes y el testimonio de su vida han abstraído a las personas e iluminado el ambiente donde vivió. Tanto que su presencia se volvió preciosa e insustituible.
Fray Galvão nació en 1739 y murió en São Paulo el 23 de diciembre de 1822. En este período ocurrieron notables hechos históricos y religiosos en Brasil y en São Paulo…
SARAIVA MARTINS: Sí, abarca una época que va de la colonial a la transformación en imperio hasta los primeros meses de la independencia. Es una historia caracterizada por la presencia y la acción de los misioneros de la Iglesia católica, incluidos los franciscanos, que durante el gobierno ilustrado del Marqués de Pombal sufrieron muchas restricciones. São Paulo era entonces una capitanería, luego fue provincia, dependiente de Río de Janeiro. Era el centro de partida de los bandeirantes-descobridores , de los buscadores de oro y de piedras preciosas. A menudo estaban en guerra para defender el territorio contra los españoles o en busca de indígenas y de negros importados de África para el trabajo de esclavos. En este difícil contexto surge la figura influyente de este hombre de Dios «recomendável pelas suas virtudes» y sumamente por su caridad que le llevaron a compartir las ansias y esperanzas de aquel pueblo suyo todavía herido por la esclavitud y la degradación humana y social. No cabe duda de que fue precisamente su ilimitada caridad lo que hizo que los paulistas quisieran que se quedara toda la vida en São Paulo. No podían quedarse sin él, como atestigua la carta de la Cámara del Senado de São Paulo: «Era el socorro de los pobres», «el consuelo de los tristes…».
En definitiva, un punto de referencia…
SARAIVA MARTINS: Después de estudiar con los jesuitas en Belém y entrar en 1760 en los franciscanos, toda su vida la pasò en São Paulo. Su personalidad y su vasta preparación fueron notadas inmediatamente por sus superiores, que le dieron muchos cargos de responsabilidad, por las personas cultas y por el pueblo, que «lo escuchaban con gran confianza y desde regiones lejanas venían a buscarle en sus necesidades». Le buscaban por su fama de hombre de paz, «para poner paz en las discordias, en las familias y también para cerrar tratos temporales», nos dicen las actas. Desde 1768 asume la delicada tarea de portero, predicador y confesor del convento de San Francisco y desde aquel momento en adelante esta será su actividad principal: el ministerio de la confesión que él ejerció hasta el final. Tanto en el convento de los franciscanos como en el “Recolhimento Nossa Señora da Conceição da Luz”, el convento de monjas fundado por él como laus perennis en 1774, en el corazón de São Paulo, que sigue siendo hoy su obra tangible. En su construcción gastó todas sus energías y allí murió a los 84 años, en un mísero camastro, colocado sobre la tierra desnuda detrás del tabernáculo de la iglesia.
En síntesis, ¿cómo describiría su personalidad?
SARAIVA MARTINS: Una personalidad bien definida, límpida, recta, valiente, de clara inteligencia que le permite estar siempre atento a las necesidades de aquellos a quienes cuida y listo para buscar la ayuda más eficaz; una personalidad que revela su fuerte temperamento cuando, por ejemplo, se trata de denunciar lo que es contrario a la justicia, en la defensa de los débiles y de quienes sufrían atropellos, como demuestra también la actitud que tomó en 1780 con motivo del enfrentamiento con el capitán-gobernador de São Paulo, actitud que luego le costó la dimisión al propio gobernador.
¿A qué episodio se refiere?
SARAIVA MARTINS: En 1780, el capitán Martim Lopes de Saldanha, conocido por su despotismo, condenó a muerte a un soldado por haber herido ligeramente a su hijo después de que éste le golpeara. Un hecho injusto, que provocó la reacción de los paulistas. Entre los defensores del soldado Caetaninho, estaba también frei Galvão, que defendió a este soldado condenando el abuso de poder del gobernador. Pese a las protestas el soldado fue ajusticiado igualmente. No satisfecho, el capitán condenó también a frei Galvão a la pena del exilio. La orden era perentoria: dejar São Paulo en veinticuatro horas. Pero la noticia del exilio de frei Galvão, que se difundió inmediatamente por toda la ciudad, movilizó de nuevo a toda la población, y en poco tiempo una muchedumbre de hombres armados rodeó la casa del gobernador. El capitán, frente a la rebelión del pueblo, no tuvo más remedio que revocar la sentencia del exilio. Y nada más revocar la orden, la gente salió en busca de frei Galvão y lo llevó de nuevo al convento. «El querido padre santo ha sido alcanzado. La ciudad ahora puede dormir tranquila porque ha vuelto a poseer su gran tesoro». Esto se dice en los escritos.
Ya en vida era enorme la fama de santidad que le rodeaba…
SARAIVA MARTINS: Se ha de subrayar incluso que precisamente la fama de santidad destaca como característica principal de la persona de frei Galvão. En vida, en la muerte y post mortem. Hasta el día de hoy. Los testimonios hablan de una devoción viva, inalterada e ininterrumpida. Siempre ha sido muy venerado en São Paulo y en todo Brasil, como demuestra también la popular difusión de las “pílulas de frei Galvão”.
¿Qué son?
SARAIVA MARTINS: Son papelinhos , trocitos de papel envueltos como caramelos con la inscripción en latín de una invocación a la Virgen María. Es una forma de devoción que tiene su origen en un episodio de la vida de frei Galvão. Desde entonces los miles de fieles que van a rezar y a pedir gracias a su tumba se llevan e ingieren estas píldoras confeccionadas hoy por las hermanas del “Mosteiro da Luz”.
La casa natal de fray Antonio de Santa Ana Galvão en Guarantinguetá

La casa natal de fray Antonio de Santa Ana Galvão en Guarantinguetá

Los teólogos, expresando su opinión durante el examen de la causa, han querido poner de relieve que esta figura de sacerdote, de hombre sencillo que amaba y era amado por la gente, es especialmente útil para Brasil, tierra en la que hoy tantos pseudoprofetas tratan de arrastrar a la gente a las sectas…
SARAIVA MARTINS: Frei Galvão hizo, desde luego, lo contrario de lo que hacen los “santones”, de ayer y de hoy. Ha llegado a ser extraordinario en la vida ordinaria de sacerdote, como podía ser entonces en aquellas circunstancias y como puede ser hoy, sin artificios y fatuas promesas, sin “efectos especiales”. Frei Galvão es una de esas almas que se han hecho grandes frente a Dios y los hombres en la humildad y cumpliendo perfectamente los deberes cristianos, sin turbar a la gente con hechos aparentemente extraordinarios, y ha conseguido entrar en el corazón de la gente y seguir en él durante siglos.
Se podría, pues, resumir de este modo la importancia de esta causa…
SARAIVA MARTINS: La importancia de esta causa, también en este momento de la vida de la Iglesia brasileña, consiste en demostrar y comprobar el valor de una vida sacerdotal vivida evangélicamente y consumada apostólicamente en el servicio de los hermanos, sobre todo de los más pobres, de los más necesitados, para gloria de Dios. Brasiliensis Ecclesiae decori praeclarissimo. En frei Galvão el pueblo, del que procede y al que pertenece, ha hallado modelo, estímulo para el bien, para la caridad, para la oración.
En definitiva, ¿qué significado tiene esta canonización?
SARAIVA MARTINS: Esta canonización es un hecho histórico. Una fecha histórica. Es el primer santo nacido en Brasil. Es un brasileño al cien por cien que sube al honor de los altares de la Iglesia universal. Un hombre de paz y caridad. Y además, no hay que olvidarlo, Brasil es también el país con la presencia más numerosa de católicos del mundo. Y yo diría que era casi un escándalo que hasta ahora no hubiera un santo canonizado nacido en esta tierra como señal de tantos y tantos de estos hijos suyos protagonistas y, al mismo tiempo, fruto eminente de la evangelización.


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