EUROPA
Sacado del n. 01 - 2008
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EL PUNTO. El objetivo de unidad política tras la económica
El empuje de los países nuevos despertará a los adormecidos
Nueve preguntas al senador Giulio Andreotti sobre el estado de la Unión Europea
A los sesenta años del Congreso del Movimiento
Europeo de La Haya y de la creación del Consejo de Europa, y a los
cincuenta años de la firma de los Tratados de Roma,
¿qué futuro tiene hoy el objetivo de la dimensión
política de Europa?
Si nos referimos a los flacos puntos de partida, el juicio sobre el presente no es negativo. Pero todavía seguimos estando muy atrás con respecto a los objetivos deseables.
¿Qué perspectivas abrirá la entrada en vigor del nuevo Tratado de reforma?
Existen normas operativas que ayudarán a comprender y a vivir la gran novedad.
El Tratado de reforma entre los 27 países de la Unión Europea, ¿es el único instrumento para alcanzar la unidad política de Europa?
Por el momento así es.
¿Cómo y por qué puede la ampliación de la Unión Europea reforzar el objetivo de la Europa política?
Porque el empuje de los países nuevos despertará a algunos que están adormecidos.
¿Cuáles son las condiciones para que la Unión Europea cuente más en los equilibrios internacionales y afronte los grandes retos de nuestro tiempo, el terrorismo, la proliferación de las armas de destrucción masiva, los cambios climáticos, la pobreza de tantas áreas de nuestro planeta?
Todos estos temas han de ser vividos conjuntamente y no a plazos.
¿Cuál puede ser el papel de los países fundadores y, en especial, de Italia, Francia y Alemania, para alcanzar la unidad política de Europa?
Deberíamos servir con nuestro paso firme y acelerado como ejemplo para los nuevos.
En una Unión que actualmente cuenta con 27 Estados miembros, ¿qué papel pueden desarrollar las llamadas cooperaciones reforzadas para acelerar el objetivo de la Europa política? ¿Pueden en este marco ejercer las vanguardias una función de estímulo?
Deberíamos crear grandes programas de divulgación europea en las escuelas, las fábricas, la prensa.
Una vez completado el mercado único y tras la entrada en vigor del euro, ¿no habría que asegurarle a la Unión una governance económica que sea el interfaz de la Banca Central Europea? ¿No se podría empezar a hablar precisamente en el ámbito del Eurogrupo, que reúne a los Estados miembros que han adoptado el euro?
Es un tema delicado porque los núcleos autárquicos son muy fuertes en el sistema de cada país. La idea de iniciativas particulares de los países del euro es buena.
¿Cuál puede ser el papel de los otros países de la Unión Europea y, en especial, Gran Bretaña, que no ha adoptado el euro y que recientemente ha declarado que no está a favor de la unidad política de Europa?
Si reforzamos nuestro conjunto, Inglaterra se verá empujada por su propio interés a caminar en la dirección justa.
Si nos referimos a los flacos puntos de partida, el juicio sobre el presente no es negativo. Pero todavía seguimos estando muy atrás con respecto a los objetivos deseables.
¿Qué perspectivas abrirá la entrada en vigor del nuevo Tratado de reforma?
Existen normas operativas que ayudarán a comprender y a vivir la gran novedad.
El Tratado de reforma entre los 27 países de la Unión Europea, ¿es el único instrumento para alcanzar la unidad política de Europa?
Por el momento así es.
¿Cómo y por qué puede la ampliación de la Unión Europea reforzar el objetivo de la Europa política?
Porque el empuje de los países nuevos despertará a algunos que están adormecidos.
¿Cuáles son las condiciones para que la Unión Europea cuente más en los equilibrios internacionales y afronte los grandes retos de nuestro tiempo, el terrorismo, la proliferación de las armas de destrucción masiva, los cambios climáticos, la pobreza de tantas áreas de nuestro planeta?
Todos estos temas han de ser vividos conjuntamente y no a plazos.
¿Cuál puede ser el papel de los países fundadores y, en especial, de Italia, Francia y Alemania, para alcanzar la unidad política de Europa?
Deberíamos servir con nuestro paso firme y acelerado como ejemplo para los nuevos.
En una Unión que actualmente cuenta con 27 Estados miembros, ¿qué papel pueden desarrollar las llamadas cooperaciones reforzadas para acelerar el objetivo de la Europa política? ¿Pueden en este marco ejercer las vanguardias una función de estímulo?
Deberíamos crear grandes programas de divulgación europea en las escuelas, las fábricas, la prensa.
Una vez completado el mercado único y tras la entrada en vigor del euro, ¿no habría que asegurarle a la Unión una governance económica que sea el interfaz de la Banca Central Europea? ¿No se podría empezar a hablar precisamente en el ámbito del Eurogrupo, que reúne a los Estados miembros que han adoptado el euro?
Es un tema delicado porque los núcleos autárquicos son muy fuertes en el sistema de cada país. La idea de iniciativas particulares de los países del euro es buena.
¿Cuál puede ser el papel de los otros países de la Unión Europea y, en especial, Gran Bretaña, que no ha adoptado el euro y que recientemente ha declarado que no está a favor de la unidad política de Europa?
Si reforzamos nuestro conjunto, Inglaterra se verá empujada por su propio interés a caminar en la dirección justa.
