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ECUMENISMO
Sacado del n. 11 - 2004

Personajes. Encuentro con el primado de la Iglesia de Grecia

Protagonismo ortodoxo


Reafirma que «la Iglesia ortodoxa es una Iglesia de la Tradición». Pero sus batallas se basan sobre todo en la repercusión pública de la cultura cristiana y en la defensa de las raíces cristianas de la civilización europea. En total sintonía con las líneas guía del pontificado actual. Entrevista al arzobispo de Atenas Christódulos


por Gianni Valente


El arzobispo de Atenas y primado de la Iglesia ortodoxa de Grecia Christódulos

El arzobispo de Atenas y primado de la Iglesia ortodoxa de Grecia Christódulos

Dicen que si se presentase a las elecciones políticas recibiría un aluvión de votos. Su vehemencia de tribuno que inflama a las multitudes parece agradar al nuevo orgullo helénico, que aún sopla en toda Grecia tras los éxitos de este verano en el Campeo­nato europeo de fútbol y en la organización de los Juegos Olímpicos. Y, sin embargo, a principios de octubre, el resultado inequívoco (42 votos contra 15) de una votación entre sus colegas metropolitanos del Sínodo ortodoxo aplazó sin fijar día el viaje que su beatitud Christódulos, arzobispo de Atenas, y primado de la Iglesia ortodoxa de Grecia, hubiera deseado realizar a Roma para entrevistarse con el Papa y rezar ante las tumbas de los apóstoles. Visita anulada cuando ya estaba todo preparado, y la Universidad Pontificia Lateranense había decidido otorgarle el título honoris causa.
Christódulos, de 65 años, arzobispo de Atenas desde 1998, habría sido el primer jefe de la Iglesia de Grecia que visitaba la Ciudad Eterna desde los tiempos del Cisma de Oriente. La cita anulada deja entrever contraposiciones perceptibles en las Iglesias ortodoxas, en un momento en que las relaciones entre la Ortodoxia y la Sede de Roma parecen vivir una inquieta y favorable expectativa de novedades.
La entrevista que ofrecemos, realizada en parte durante una audiencia que un febril Christódulos concedió a un grupo de periodistas italianos el pasado 20 de octubre, comienza precisamente hablando de ese viaje a Roma que no pudo hacer.

Beatitud, en octubre el Sínodo de la Iglesia griega bloqueó en el último momento su visita a Roma. ¿Qué significado hubiera tenido este viaje a la Ciudad Eterna, oficialmente aplazado?
CHRISTÓDULOS: Dejando a un lado las diferencias teológicas que tenemos con la Iglesia católica, vemos que hoy los cristianos de Europa y de todo el mundo tienen la responsabilidad histórica de colaborar en cuestiones en las que están de acuerdo para tener una presencia fuerte y positiva en el mundo contemporáneo.
Las diferencias teológicas, a las que se refiere, se centran en el papel del obispo de Roma.
CHRISTÓDULOS: La cuestión del primado del obispo de Roma hay que discutirla en el marco del diálogo teológico, que esperemos empiece pronto. Nuestra opinión sobre este punto es distinta, y esta diferencia es uno de los obstáculos fundamentales para la unidad de los cristianos. Nosotros pensamos que el obispo de Roma tiene un primado de honor, y no de jurisdicción. Creemos que el jefe de cada Iglesia local es primus inter pares respecto a los demás obispos. Él es quien preside el Sínodo local, pero el Sínodo mismo está por encima de quien lo preside. Esto vale también en las relaciones entre los jefes de las Iglesias locales. Existe un decanato de honor entre ellos, así lo definen los Concilios ecuménicos y lo reconocen las Iglesias, pero no hay un jefe y los demás son simplemente sus representantes.
El arzobispo Christódulos con el presidente iraní Mohamed Jatamí en Atenas el 15 de marzo de 2002

El arzobispo Christódulos con el presidente iraní Mohamed Jatamí en Atenas el 15 de marzo de 2002

Como teólogo, Joseph Ratzinger escribió una vez: «Respecto a la doctrina del primado, Roma no le debe exigir a Oriente más de lo que fue formulado y vivido durante el primer milenio».
CHRISTÓDULOS: No conozco la frase del cardenal Ratzinger, pero en el diálogo teológico entre ortodoxos y católicos no estaría mal comenzar afrontando la cuestión del primado del obispo de Roma basándose en lo que estaba en vigor durante el primer milenio.
El origen apostólico de la Iglesia de Roma se basa también en el martirio de san Pablo. ¿Qué piensa usted de la propuesta, planteada por algunos estudiosos, de efectuar en la Basílica de San Pablo extramuros una campaña de excavaciones arqueológicas, como la realizada en San Pedro, para verificar la historicidad de la tradición respecto a la tumba del Apóstol de los gentiles?
CHRISTÓDULOS: Estoy completamente de acuerdo. Cualquier iniciativa que contribuya al descubrimiento de la verdad y a la misión de la Iglesia es bendita. El apóstol Pablo une la Iglesia de Atenas con la Iglesia de Roma; y dio también una aportación fundamental al encuentro entre la fe cristiana y la civilización greco-romana, que constituye la base de la civilización europea.
A los que se oponen a su viaje y a las buenas relaciones con la Iglesia de Roma los ha definido usted «talibanes ortodoxos. ¿Quién son?
CHRISTÓDULOS: Mi expresión sobre los “talibanes ortodoxos” no se refería a los que han pedido el aplazamiento de mi viaje a Roma, es decir, a la mayoría de mis hermanos obispos de la Iglesia de Grecia, que decidieron aplazar la visita para tiempos mejores, al fin de obtener resultados mejores. Los talibanes, en mi modesta opinión, son esos ortodoxos que niegan las relaciones de colaboración con los demás cristianos y tratan de imponer su fanatismo a toda la Iglesia, y a las líneas-guía de su ministerio pastoral.
El arzobispo Christódulos con Juan Pablo II en la Acrópolis de Atenas el 4 de mayo de 2001

El arzobispo Christódulos con Juan Pablo II en la Acrópolis de Atenas el 4 de mayo de 2001

No solamente en Grecia, también en otras partes, se reduce la fe a ideología de identificación étnica o cultural-política. Según usted, ¿cuál es el antídoto contra esta reducción de la fe a ideología?
CHRISTÓDULOS: La decadencia de la Iglesia se ve en su secularización, ya que nuestro Señor Jesucristo nos dijo que no se puede servir a dos amos, al mundo y a Él. La secularización de la Iglesia se ve entre otras cosas en su aspiración a adquirir un poder secular, en su sumisión a los fines nacionalistas, o en su reducción a instrumento de cualquier propaganda. Siempre ha habido diferencias entre las Iglesias locales, pero si hoy muchas de estas Iglesias tienen también un carácter nacional, esto no debe llevarlas a perder su apertura universal, adulterando el carácter de su misión. El hecho de que amemos a nuestra familia o a nuestra patria no ha de significar que no amemos del mismo modo a nuestro vecino, sea quien sea y cualquiera que sea su creencia. Si no nos comportamos así no somos cristianos, sino fariseos.
¿Cuáles son los efectos más evidentes de la secularización y qué puede hacer la Iglesia frente a este fenómeno?
CHRISTÓDULOS: La secularización aleja a muchos de la Iglesia.El pueblo, por su parte, quiere una Iglesia que esté a su lado, que lo defienda, y que tome su fuerza del pueblo mismo, junto a la fuerza que le viene de Dios.
Yo creo que hoy, frente a la secularización, el modo tradicional con que la Iglesia mira al mundo es el camino más justo para hacernos volver a las raíces de nuestra vida. La Iglesia ortodoxa es una Iglesia de la tradición. En nuestra vida tiene precedencia el culto de Dios, en el que participa gran parte del pueblo. Conservamos muchas reglas para no perder el ethos ascético de nuestra Iglesia, como el ayuno, practicado por muchos fieles, y las vigilias de oración. Nuestros monasterios son los centros de esta vida espiritual. Nuestra Iglesia es consciente de que no ha cambiado nada de lo que formularon y dijeron los apóstoles y los santos Padres de la Iglesia. Sobre todo sobre las cuestiones de fe no tenemos ningún poder para hacer cambios. En Grecia, todo modernismo es considerado ajeno al jardín de la Iglesia. La Iglesia no tiene el objetivo de seguir al mundo para vencerlo y conquistarlo, sino que más bien está llamada a ponerse frente al pueblo para indicarle el camino de la salvación. Para esto sirve la Iglesia y no para promover el desarrollo de un vasto sistema social. Aunque las cuestiones sociales no nos resultan ajenas. En Grecia hemos desarrollado mucho el carácter social de nuestra Iglesia.
Son muchos los que critican la compenetración que existe en Grecia entre Estado e Iglesia. Pero la jerarquía de la Iglesia ha rechazado siempre las tesis de los que desean una separación mayor. Por ejemplo, ha defendido la norma que establece la indicación de la propia religión en los documentos de identidad.
CHRISTÓDULOS: La relación entre Estado e Iglesia se vive y está reglamentada de manera distinta en las varias naciones de Europa. En el Reino Unido hay una situación, otra se da en Suecia o en Italia, otra en Alemania o Francia y Bélgica. La relación peculiar que existe entre nuestra Iglesia y el Estado griego es el producto de nuestra historia, el resultado de la voluntad de nuestro pueblo. La Constitución y las leyes de Grecia definen esta relación, pero nuestros papeles son completamente distintos. Hay una libertad religiosa absoluta.
El arzobispo Christódulos recibe en Atenas a la selección griega que ganó el campeonato europeo 
de fútbol el 5 de julio de 2004

El arzobispo Christódulos recibe en Atenas a la selección griega que ganó el campeonato europeo de fútbol el 5 de julio de 2004

Y, sin embargo, algunos hacen votos por un cambio del status actual.
CHRISTÓDULOS: Para hacer esto hay que cambiar la Constitución, y no es algo que puede hacerse en un día. Por lo que respecta a la mención de la confesión religiosa en los documentos de identidad, no hemos sido nosotros los que hemos pedido que se ponga, existe desde hace cien años. En un momento determinado el gobierno socialista de entonces decidió quitarla sin someter dicha decisión a un debate público. Para nosotros esta medida revelaba en el fondo una actitud contra la Iglesia. Por eso organizamos manifestaciones populares y recogimos tres millones de firmas para convocar un referéndum en el que los ciudadanos pudieran expresar directamente su opinión al respecto. Quiero decir que justificaban la eliminación del dato religioso en los documentos con el hecho de que la fe religiosa es un dato íntimo personal. Y, sin embargo, en el caso Buttiglione su exclusión del papel de comisario europeo se ha basado precisamente en preguntas indiscretas sobre su creencia religiosa. Y el mismo pasaporte europeo digital contiene datos personales reservados, fácilmente consultables.
En esta cuestión hubo contraposición con la minoría católica…
CHRISTÓDULOS: Por desgracia la Iglesia católica se contrapuso a nuestro esfuerzo, y esto nos entristece. Los católicos piensan que la mención de la confesión religiosa constituye un motivo de discriminación. Pero no es verdad. Le dije a mi antiguo compañero de estudios, el arzobispo católico Foscolos: «Si no reaccionamos inmediatamente frente a esta primera medida contra la Iglesia, llegarán otras. Estamos todos en la misma nave, y cuando se hunda nos ahogaremos todos, ya sea que viajemos en clase económica o en busines class». Nosotros nos oponemos a toda discriminación contra cualquier grupo religioso o nacional, porque sabemos que si se discrimina a un grupo antes o después les tocará a los demás.
De todos modos, hay gente que sigue viendo a la Iglesia como un factor que frena la modernización del país y de su cultura jurídica.
CHRISTÓDULOS: En Grecia no tuvimos el feudalismo, y nuestra tradición es que la sociedad misma se elige a su clérigo, que participa en todas las manifestaciones de la vida del pueblo. Aquí en Grecia somos la continuación de la antigua asamblea del pueblo. En la Atenas democrática todos los ciudadanos participaban en el ejercicio del poder en su ciudad. En la Iglesia de Grecia hoy sucede lo mismo. Todo el mundo participa en la parroquia, cada uno con su papel. Quizás es algo que no puede comprender quien, en otros países, está acostumbrado a ver al clero como una clase yuxtapuesta tanto ideológica como socialmente. Respecto a nuestro “atraso”, un periodista de La Croix escribió recientemente que había comprendido la identificación del sacerdote con el pueblo al ver a nuestros sacerdotes casados vivir con sus hijos y sus mujeres, como los demás hombres; al verles comprar el periódico, conducir el coche y tomar el café con sus fieles después de la misa. Y cuando supo que de parte de la Iglesia hay mucha comprensión y cariño hacia el pueblo, como en las cuestiones matrimoniales, donde se permiten dos divorcios y tres matrimonios. Son cosas que uno no puede comprender si no las vive, si se limita a leer lo que se escribe sobre las relaciones entre Estado e Iglesia en Grecia.
En lo tocante a las cuestiones geopolíticas, la novedad es que en los últimos años se han llevado a cabo operaciones bélicas de envergadura en nombre de principios éticos. Ocurrió en la antigua Yugoslavia, y también en Irak, donde nos han presentado la guerra como una medio para “exportar” la democracia. ¿Qué piensa de estos temas?
CHRISTÓDULOS: Como cristianos somos contrarios a la lógica del derecho del más fuerte y estamos en contra de la sumisión de la moral a los intereses de los poderosos de este mundo. La guerra en Yugoslavia y el tratamiento tan duro que recibió Serbia no han sido justificados nunca de manera convincente. En aquella situación no podemos decir que los serbios fueran los malos y los otros los buenos. Lo mismo vale para la guerra en Irak, con miles de víctimas inocentes, desencadenada basándose en mentiras, dado que no se ha demostrado que Irak tuviera armas atómicas o químicas. En los dos casos no se ha logrado verdaderamente la paz, porque ninguna de las dos soluciones se basaba en criterios de verdad y justicia.
Según un punto de vista muy en boga hoy el peligro para los cristianos europeos se llama islam. ¿Cómo son sus relaciones con los musulmanes en Grecia? ¿Qué piensa del proyecto de construir una mezquita en Atenas?
CHRISTÓDULOS: El islam en cuanto tal no es un peligro, si acaso lo son los musulmanes fanáticos. En Grecia hemos vivido una convivencia secular con los musulmanes, sin problemas. Había respeto recíproco. No hablo del régimen otomano, sino de las personas comunes que sin grandes intereses que defender vivían unas al lado de las otras. En el norte de Grecia, donde vive la minoría musulmana, hay decenas de mezquitas y también escuelas islámicas, y cristianos y musulmanes viven en concordia. En Atenas estamos dispuestos a aceptar como Iglesia la construcción de una mezquita para el servicio religioso de los inmigrantes musulmanes, pero somos contrarios a la creación de un centro islámico, visto el aguerrido proselitismo musulmán que se da en Italia, Francia, Suiza, Inglaterra. Y además no estamos de acuerdo con la ubicación de la mezquita cerca del aeropuerto internacional. Una ubicación que no favorece a los musulmanes de Ática, y que sería una señal de que se quiere construir la mezquita sólo por motivos de propaganda.
Respecto a la entrada de Turquía en la Unión Europea las opiniones, incluso entre los líderes cristianos, parecen en desacuerdo. Todas las comunidades cristianas presentes en Turquía están de acuerdo. Usted en el pasado manifestó sus reservas. ¿Qué opina hoy?
CHRISTÓDULOS: Comprendemos la postura de las minorías cristianas en Turquía, que apoyan su ingreso en la Unión Europea. Pero no se trata sólo de mejorar su situación. Es preciso no comprometer la futura identidad de la Europa unida. Que no es solamente una unión política o geográfica, sino sobre todo una unión cultural, de civilización. Si no compartimos principios culturales, no tendremos un futuro común.
Según algunos la Iglesia de Grecia debería renunciar a actitudes monopolistas sobre el perfil religioso griego (que por ejemplo se hallan en el concepto de “territorio canónico”), porque en nuestra época las creencias y las religiones deben aceptar el principio del mercado libre. ¿Qué responde a estas argumentaciones?
CHRISTÓDULOS: Quien dice esto se olvida de que de un modo o del otro nuestra Iglesia tiene por miembros al 98% de los ciudadanos griegos. Y que durante veinte siglos ha sido la levadura de nuestro pueblo. En tiempos de tranquilidad, pero también en momentos difíciles, cuando el Estado no existía y la Iglesia era como una madre y un arca de salvación para el pueblo. La teoría del mercado libre de las religiones no la entiendo. Si con ello se quiere garantizar la actividad de las sectas, algunas de las cuales actúan violando derechos humanos elementales, es una cuestión que tiene que ver no sólo con la tutela de nuestra grey, sino también con la tutela de esos derechos y con el respeto de leyes y disposiciones establecidas por la Unión Europea y por varios Estados europeos.


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