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JESUITAS
Sacado del n. 03 - 2003

BIOGRAFÍA. Quién es Peter-Hans Kolvenbach

Un general asceta


Quién es Peter-Hans Kolvenbach


por Gianni Valente


Un padre comerciante de Nimega y una madre de remoto origen italiano (se llamaba Jacoba Johanna Petronella Domesino) fueron los padres de Peter-Hans Kolvenbach, que nace en Druten, Países Bajos, el 30 de noviembre de 1928. La formación juvenil, en el colegio Pedro Canisio de Nimega, se desarrolla en los años terribles de la guerra mundial, con el país ocupado por los nazis. Entra en la Compañía de Jesús en 1948. Diez años después, en septiembre de 1958, Peter-Hans deja su tierra con el primer grupo de jesuitas holandeses destinado a Líbano. Aquí estudia teología en la Universidad Saint-Joseph de Beirut y es ordenado sacerdote en el 61. En el país mediterráneo, el jesuita venido del norte pasa los años centrales de su vida empapándose de las lenguas y las tradiciones eclesiales y litúrgicas de Oriente Próximo. Sus estudios se centran en el armenio. Primero enseña filosofía, luego lingüística general y armenio en la Universidad Saint-Joseph de Beirut. En 1974 es elegido provincial de la viceprovincia de Oriente Próximo, que comprende las comunidades jesuitas de Líbano, Siria y Egipto. Son los años en que comienza la guerra civil en el país de los cedros. Kolvenbach se queda hasta el 81, cuando el padre Arrupe le llama a Roma como rector del Pontificio Instituto Oriental. Después de la atormentada fase final del ministerio del padre Arrupe, que había sufrido un ataque de apoplejía en agosto de 1981, el Pontífice confía la dirección de la Compañía a los jesuitas italianos Paolo Dezza y Giuseppe Pittau. Los dos delegados pontificios conducen la Compañía hasta la celebración de la 30 Congregación general, que el 13 de septiembre del 1983 elige a Kolvenbach como superior general.
Aunque estaba llamado a gobernar la delicada fase sucesiva a la gestión “carismática” de Arrupe, que con sus opciones había acabado por polarizar también dentro de la Compañía entusiasmo y malestar, no puede decirse que su gestión haya tenido la huella de la “normalización”. De índole ascética y espiritual, el padre Kolvenbach ha mantenido en el gobierno de la Orden un perfil reservado y dialogante, buscando soluciones no traumáticas a las controversias, como se ha visto con el papel adoptado en el “caso Dupuis”, que estalló a raíz de las reservas manifestadas en el 98 por la Congregación para la doctrina de la fe sobre las obras teológicas del jesuita profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana.
El padre Kolvenbach es miembro de dos Congregaciones vaticanas (Evangelización de los pueblos e Institutos de vida consagrada) y consultor de la Congregación para las Iglesias orientales.



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