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RUSIA
Sacado del n. 10 - 2006

Habla Alexander Saltanov

Casi todos los caminos llevan a Moscú


El viceministro de Exteriores de la Federación Rusa define las líneas maestras de la diplomacia en Oriente Medio. Con el pragmatismo por bandera


Entrevista a Alexander Saltanov por Giovanni Cubeddu y Pierluca Azzaro


Coloquiando con Alexander Vladimirovich Saltanov, viceministro de Exteriores de la Federación Rusa, con poderes para asuntos de Oriente Medio, está claro que Moscú ha retomado todos los dossiers de la época en que se la consideraba una superpotencia. El enfoque postideológico que hoy caracteriza las iniciativas rusas le permite a Moscú hacer valer en toda su extensión sus ases en la manga (el energético en primer lugar, aunque también la excelencia tecnológica en sectores claves como el nuclear y los armamentos). Pragmatismo es la palabra de oro.
El palacio del Kremlin, en Moscú

El palacio del Kremlin, en Moscú

El viceministro habla con sencillez, directamente pero también con prudencia. Está en la diplomacia desde 1970 y siempre se ha ocupado de Oriente Medio, con cargos cada vez de mayor responsabilidad. Saltanov encarna la gran tradición orientalista soviética, dada su fama de experto “arabista” y conocedor incluso de esta lengua. Nos hemos entrevistado con Saltanov en el World Public Forum de Rodas.

Señor Saltanov, tiene usted competencias en el área geopolítica más compleja actualmente. ¿Qué perspectivas hay?
ALEXANDER SALTANOV: Estamos muy preocupados por Oriente Medio. Toda la región está desequilibrada, precisamente mientras en Irak la situación sigue siendo peligrosa, pese a todos los grandes y reales esfuerzos realizados por el país y el pueblo iraquíes para dotarse de nuevas instituciones civiles, un Parlamento, un gobierno… a los que naturalmente Rusia les ha dado la bienvenida. Pese a todo esto, el equilibrio sigue siendo inestable, para usar una expresión realmente diplomática: cada día homicidios, terrorismo, acciones criminales. Y naturalmente sabemos también que sigue la resistencia contra la presencia militar extranjera.
En concreto, ¿qué indicaciones operativas sugiere?
SALTANOV: Para iniciar un proceso político real y autóctono, hay que tomar grandes iniciativas, basadas, por ejemplo, en las propuestas del primer ministro iraquí Al-Maliki. Sin duda alguna, sin reconciliación nacional es difícil pensar en un renacimiento económico, en más seguridad, etc. La comunidad internacional debería acompañar más al pueblo y el gobierno iraquíes a seguir avanzando.
¿Qué papel tiene Moscú en todo esto?
SALTANOV: Nosotros no solo estamos listos para realizar todo lo que he dicho, sino que ya estamos ayudando a consolidar la ayuda internacional a favor de Irak, a través de contactos con nuestros amigos en la región, los países cercanos a Irak, y luego con Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia e Italia. Con esta última tenemos en lo referido a Oriente Medio una cooperación realmente buena.
¿El conflicto árabe-israelí?
SALTANOV: Sigue siendo hoy el tema más importante, naturalmente. Por desgracia el proceso de paz no progresa y la última guerra en Líbano ha enseñado que sin la vuelta a negociaciones verdaderas entre árabes e israelíes inevitablemente veremos nuevos conquistadores y nuevos enfrentamientos militares en acción… lo cual es muy peligroso. Rusia propone que se retomen las negociaciones. Pero sin una acción global será muy difícil alcanzar cualquier tipo de paz en Oriente Medio. Se requieren esfuerzos en varias direcciones y en este escenario el “Cuarteto” [compuesto por la ONU, UE, Estados Unidos y Rusia, n. de la r.] es fundamental. En el reciente encuentro de Nueva York el Cuarteto se expresó de manera muy alentadora sobre lo que hay que hacer. Declaramos la importancia de un acuerdo total así como también nuestro apoyo al presidente palestino Abu Mazen en su intento de formar un gobierno de unidad nacional. Este es un punto destacado en la declaración del Cuarteto, que compromete concretamente no solo a sus miembros sino también a los “jugadores” importantes de la región como Jordania y Arabia Saudí. Al mismo tiempo, sin embargo…
¿Sin embargo?
SALTANOV: Los rusos tenemos que incrementar nuestras relaciones bilaterales con los países árabes y con Israel. Estamos esperando la visita de algunos líderes medio-orientales a Moscú, y naturalmente hacemos todo lo que está en nuestras manos para mejorar las relaciones, la cooperación y el comercio con los Estados del área, como Argelia, Egipto, Siria. Además, hemos ayudado a Líbano a reconstruir sus infraestructuras y estamos haciendo valer todas nuestras relaciones con los países del Golfo.
Ante todo, política filoárabe…
SALTANOV: Pero naturalmente Israel es nuestro socio fundamental en la región, por la trama de las relaciones y de nuestro trabajo de cooperación, en diferentes campos.
Indíquenos una solución realista del problema de la proliferación nuclear de Teherán. Algunos analistas creen que habría que alejar a Siria de Irán, como instrumento de presión.
SALTANOV: Estas son, realmente, medidas de detalle, mínimas… que quizá incluso podrían ser útiles, pero nuestra sensación es algo diferente. Nosotros pensamos que las negociaciones con Irán habrían de mantenerse, para poder alcanzar realmente los objetivos comunes. Y nuestro objetivo está claro: la no proliferación nuclear, a favor de la cual nosotros continuaremos trabajando y dialogando bilateralmente con Irán, y también dentro del grupo de las naciones que están llevando a cabo las negociaciones.
El presidente ruso, Vladimir Putin, 
con el presidente iraní, Mahmoud Ahmadineyad, durante los trabajos de la Shanghai Cooperation Organization, en junio de 2006

El presidente ruso, Vladimir Putin, con el presidente iraní, Mahmoud Ahmadineyad, durante los trabajos de la Shanghai Cooperation Organization, en junio de 2006

Mientras tanto, sin embargo, Moscú firma acuerdos que están sacando adelante la cooperación con Teherán en el sector de la energía nuclear para fines civiles.
SALTANOV: En Irán existen las instalaciones nucleares de Bushher, es un proyecto legal y funciona dentro del marco del derecho internacional y de las negociaciones entre nosotros y los iraníes basados en el Tratado de No Proliferación. De todos modos, francamente hablando, yo no veo ninguna relación entre este tema –nuestra cooperación sobre la energía nuclear civil– y las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán.
¿Son muy estrechas hoy día las relaciones entre Moscú y Damasco?
SALTANOV: Las relaciones con Siria son amigables y sólidas, y sobre esta base avanzamos en términos políticos y económicos, teniendo en el país incluso proyectos de cooperación. Una relación de este tenor nos ayuda sin lugar a dudas a mejorar nuestro diálogo con los sirios sobre los temas de capital importancia, incluida la situación general de Oriente Medio.
¿Qué sugerencias les están llegando desde Moscú a los sirios? Por ejemplo para resolver la situación libanesa y prevenir crisis futuras…
SALTANOV: Naturalmente entre nosotros y el gobierno sirio hay intercambios de opinión… Ustedes saben que recientemente nuestro ministro de Exteriores, Lavrov, visitó Damasco y antes que él también estuve yo. Nosotros alentamos a nuestros amigos sirios y a nuestros socios a emprender acciones constructivas para simplificar la situación de la región, y nuestra impresión es que Damasco está lista para desempeñar su parte. Créame, los intentos de aislar a Damasco son realmente pocos útiles si queremos mejorar la situación en el área medio-oriental. Por el contrario, mientras más énfasis pongamos en el nivel del diálogo, más capaces seremos de ayudar a Damasco a desempeñar su papel positivo, comprometiéndola en una solución pacífica.
Ha aludido usted a las iniciativas rusas a favor de Líbano. Pero aún no se ha completado el despliegue de tropas establecido por la resolución 1701 de la ONU, y sobre todo Hizbulá repite que no entregará voluntariamente las armas.
SALTANOV: Ante todo, creo que la resolución 1701 debería ser implementada completamente, y de todos modos veo que la implementación progresa. Naturalmente tenemos frente a nosotros un proceso que requiere tiempo y, por lo que respecta a los armamentos de Hizbulá, los rusos mantenemos la misma postura desde el principio: la solución debería nacer de un acuerdo entre libaneses. Es una cuestión de competencia del diálogo interlibanés, es un tema nacional.
Hamás e Israel. El presidente Abu Mazen dice que Hamás formará parte del gobierno de unidad nacional y aceptará inmediatamente los acuerdos firmados en el pasado por los palestinos con Israel. Por el contrario, el primer ministro palestino, de Hamás, responde que como mucho puede ofrecer una tregua con Israel que dure diez años. ¿Cree usted que mientras tanto es mejor aceptar esta tregua para negociar, o tiene razón Abu Mazen?
SULTANOV: Para retomar las negociaciones existen tres condiciones, bien conocidas por todos, y que Hamás tendría que respetar [fin del terrorismo, aceptación de los acuerdos ya firmados entre la OLP –la Organización para la Liberación de Palestina– e Israel, y aceptación de la existencia del Estado de Israel, n. de la r.]. Pero es poco realista pensar que todas estas condiciones serán respetadas por Hamás al cien por cien en un solo día. Repito: es un proceso, se requiere tiempo. Nuestra percepción es que el paso hacia la dirección justa pasa por un gobierno de unidad nacional, pero naturalmente vemos que los líderes de Hamás titubean, a veces dicen que sí, otras que no. El gesto que, sin embargo, significaría una señal de aliento para todos, al mayor nivel, sería la aceptación por parte de Hamás de la famosa iniciativa de paz de la Liga Árabe de 2002, o bien que avalara los acuerdos precedentemente tomados entre la OLP e Israel. Quienes tuvieran la oportunidad deberían echar una mano para que este resultado se consiga, mediante contactos con los países árabes o con los líderes de Hamás. Los rusos, por ejemplo, tenemos esta posibilidad, y estamos cumpliendo nuestro deber.
El problema de los campos de refugiados palestinos sigue siendo enorme todavía hoy. ¿Se puede mantener la antigua promesa hecha a los palestinos de tener un Estado propio y evitar que vuelvan a caer en la trampa de la instrumentalización terrorista?
SALTANOV: Recordarán ustedes que los acuerdos hablan del “derecho al regreso” de los prófugos palestinos, o bien del derecho a la compensación económica, más verosímil… pero esta es solo una opinión personal mía. Como he dicho, Rusia cree que los israelíes y los palestinos deberían retomar las negociaciones, sin las cuales ni siquiera se puede abordar este problema, y considero que ambas partes son capaces de dar con una fórmula resolutiva. Al mismo tiempo dudo de la utilidad de extrapolar uno u otro tema de todo el programa de las negociaciones, cuyo objetivo es conseguir un acuerdo global, que incluye temas fundamentales: los territorios ocupados, Jerusalén capital de dos Estados, las fronteras y la subdivisión de los poderes entre los dos Estados…
Señor viceministro, trabajando sobre Oriente Medio conoce usted de primera mano el estado de las verdaderas relaciones entre Moscú y Washington sobre los temas cruciales. ¿Prevé usted la agudización de los enfrentamientos o, por el contrario, una cooperación más intensa? De todos modos, ¿ha decidido realmente Rusia reconquistar su papel de guía de la política internacional?
SALTANOV: Bueno, sí, nosotros somos gente pragmática. Naturalmente estamos defendiendo hoy nuestra posición de manera decidida, pero con el diálogo y no con el enfrentamiento. Este enfoque nos permite mantener discusiones realmente abiertas con nuestros socios americanos. Por ejemplo, recientemente he visitado Washington con mi colega, el embajador Yocovlev, el enviado especial ruso para Oriente Medio. Hemos discutido tanto en el Departamento de Estado como en el Consejo de Seguridad nacional, como también con otros colegas diplomáticos, pero siempre de manera franca y positiva…
Saltanov con Tzipi Livni, ministra de Exteriores israelí

Saltanov con Tzipi Livni, ministra de Exteriores israelí

¿Por qué ha asistido usted en Rodas a todos los trabajos del World Public Forum?
SALTANOV: El diálogo, que nosotros queremos concebir como partnership entre las civilizaciones, ha comenzado realmente a representar una parte importante en nuestro trabajo diplomático. Por eso en Moscú se presta tanta atención, por ejemplo, al Forum de Rodas, o bien a otros forums de este talante. Hemos creado también un ente de diálogo estratégico llamado “Rusia-Mundo islámico”, presidido por el ex primer ministro Evgeni Primakov, que ya ha concretado varias citas, y que es un instrumento muy válido y realmente fructífero. En julio, además, hubo una reunión de líderes religiosos mundiales precisamente en Rusia, auspiciada por el patriarca Alexis II, y el presidente Putin intervino en la ceremonia de apertura con un discurso memorable, focalizado en “quienes tratan de provocar el llamado enfrentamiento de civilizaciones”. El presidente Putin subrayó los peligros de estos gestos y el papel de los líderes religiosos a la hora de mejorar la comprensión entre civilizaciones, culturas, países diferentes.
La Federación Rusa es multiétnica y multirreligiosa, la ortodoxia y el islam conviven históricamente en ella. ¿Tiene la cultura política –y diplomática–, por este motivo precisamente, algo que enseñar en lo referido al diálogo?
SALTANOV: No creo que exista una fórmula mágica. Pienso más bien que, ante todo, hemos de preservar la identidad de las diferentes culturas, pero al mismo tiempo tenemos que acercarnos más. Como por ejemplo en el Forum de Rodas, para escuchar y descubrir el perfil y las características de quienes están a nuestro alrededor, que poseen cualidades que podrían ser con razón distintas de las nuestras… Comprender quiere decir respetar, y respetar significa que se puede disponer de una plataforma común para trabajar juntos, cooperar, interactuar. Con un gran objetivo en común, es decir, hacer que este mundo sea mejor y preservarlo sobre todo de los desafíos peligrosos que por desgracia están aumentando.


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