Libros
El atractivo de Jesucristo
La introducción del libro Il cuore e la grazia in sant’Agostino. Distinzione e corrispondenza, publicado en Italia por Città Nuova. Algunos capítulos del libro fueron publicados también por 30Días en los números: n. l0, octubre de 2003, pp. 55-66; n. 6/7, junio/julio de 2004, pp.55-66; n. 6/7, junio/julio de 2006, pp. 50-65
por Nello Cipriani
Giacomo Tantardini, Il cuore e la grazia in sant’Agostino. Distinzione e corrispondenza, Città Nuova, Roma 2006, 364 pp., euro 25,00
Tras quedar reconocida la original, y en cierto sentido sorprendente, apertura al diálogo de la Universidad de Padua, es preciso reconocer también la extraordinaria capacidad pedagógica de don Giacomo, que, renunciando a la fría e inmutable lección catedrática, ha dejado humildemente hablar a un clásico de la experiencia humana y cristiana de la envergadura de san Agustín, contentándose con evidenciar la profundidad y la actualidad de su pensamiento. Discípulo fiel de don Giussani, don Giacomo quiere ayudar a los oyentes y lectores a descubrir o a volver a descubrir la belleza y la alegría de una auténtica experiencia cristiana, que, más allá de las doctrinas teológicas y de los ritos religiosos, es sobre todo un encuentro personal con Cristo, que, siempre vivo y presente, es capaz aún hoy de suscitar una profunda atracción en el corazón del hombre.
La idea principal que don Giacomo quiere transmitir recorre todas las lecciones, pero se expresa con claridad al principio de la primera lección y al final de la última. Dice al principio de la primera: «San Agustín, siguiendo a sanPablo, llega a decir que toda la doctrina cristiana sin la delectatio y la dilectio; sin la atracción amorosa de la gracia; es letra que mata. No es la cultura y ni siquiera la doctrina cristiana lo que puede establecer una relación con un hombre para quien el cristianismo es un pasado que no le atañe» (pp. 12-13). En la parte conclusiva de la última lección recuerda primero un discurso del obispo africano, en el que decía que sentía un gozo mayor por haber sido rescatado por Cristo junto con los fieles que por haber sido elegido como su obispo. Y comenta: «Este plus me delectet es la frase que mejor acompaña y describe toda la obra de san Agustín. Este deleite, esta felicidad es el motivo y la razón por la que uno se hace y permanece cristiano» (p. 350). Subscribo la afirmación sin reservas, pero con un añadido. La idea de que nos hacemos cristianos y permanecemos cristianos por el gozo que sentimos al seguir a Jesucristo no es sólo de Agustín sino también de don Giussani, autor de un libro titulado El atractivo de Jesucristo. Creo que don Giacomo ha captado la profunda consonancia que hay entre la experiencia cristiana vivida y propuesta hace muchos siglos por san Agustín y la que propone hoy don Giussani y que por ese motivo ha elegido los textos agustinianos como guía de sus lecciones. Expreso mis mejores deseos de que la publicación de las lecciones pueda suscitar en los lectores el mismo interés que suscitaron en los oyentes.