Home > Archivo > 08 - 2004 > África: objetivo prioritario
AFRICA
Sacado del n. 08 - 2004

Uganda. La guerra olvidada

África: objetivo prioritario


Entrevista al cardenal Renato Raffaele Martino, presidente del Consejo pontificio de Justicia y Paz: «El desastre humanitario del norte de Uganda confirma la urgencia de poner en primer plano al continente africano»


por Gianni Cardinale


Gulu, los night commuters, los viajeros de la noche, en marcha por la carretera que lleva al hospital de Lacor. Desde la segunda mitad de 2002 más de cuarenta mil niños, para escapar de los rebeldes del LRA, el Lord’s Resistance Army (Ejercito de Resistencia del Señor), que quieren secuestrarlos para transformarlos en soldados o matarlos, todos los días, al anochecer, se ponen en marcha para buscar un refugio seguro en hospitales, iglesias y escuelas, en ciudades como Gulu, Kitgum, Lira o Kalongo. Según el último informe Unicef, los niños secuestrados  son más de veinticinco mil

Gulu, los night commuters, los viajeros de la noche, en marcha por la carretera que lleva al hospital de Lacor. Desde la segunda mitad de 2002 más de cuarenta mil niños, para escapar de los rebeldes del LRA, el Lord’s Resistance Army (Ejercito de Resistencia del Señor), que quieren secuestrarlos para transformarlos en soldados o matarlos, todos los días, al anochecer, se ponen en marcha para buscar un refugio seguro en hospitales, iglesias y escuelas, en ciudades como Gulu, Kitgum, Lira o Kalongo. Según el último informe Unicef, los niños secuestrados son más de veinticinco mil

El cardenal Renato Raffaele Martino es el presidente del Consejo Pontificio de Justicia y Paz desde finales de 2002. Durante la primera fase de su mandato, que coincidió con la preparación y el estallido de la guerra en Irak, tuvo que dedicar su atención sobre todo a temas relativos a la “paz” en el mundo. Ahora que la situación en Bagdad tiene un equilibrio propio –aunque muy precario– el purpurado italiano ha decidido centrar la actividad de su dicasterio en cuestiones relativas a la “justicia”. Y se ha dedicado con fuerza a llamar la atención sobre África. Lo ha hecho con una serie de congresos y viajes, el último a Uganda. Y también con una entrevista amplia al Corriere della Sera del 7 de julio en la que puso en guardia a la comunidad internacional sobre el hecho de que si el “continente olvidado” sigue siendo excluido del desarrollo, muchos de sus hijos podrían elegir el camino de la violencia y del terrorismo. Luego el 12 de julio el cardenal Martino participó en un congreso dedicado al desastre humanitario del norte de Uganda, organizado por el semanario sin fines lucrativos Vita, la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL) y el Ayuntamiento de Roma en el ámbito de las iniciativas para la manifestación “Italia-Africa 2004”; estaban presentes el director editorial del periódico, Riccardo Bonacina, el alcalde de Roma, Walter Veltroni, y el secretario general del sindicato, Savino Pezzotta. El Congreso tenía por finalidad sensibilizar a la sociedad civil y al Gobierno italiano contra la pesadilla de la guerra fratricida que desde hace casi dos décadas combaten el Gobierno del presidente Yoweri Museveni y las milicias rebeldes del Ejercito de Resistencia del Señor (LRA), encabezado por Joseph Kony. Una tragedia humanitaria que dura desde hace 18 años, que se ha cobrado más de 100.000 vidas y creado un millón y medio de desplazados, y en la que más de 25.000 niños, según los misioneros, han sido secuestrados por los rebeldes para convertirlos en pequeños y despiadados soldados.
30Días aprovechó el congreso de Vita para hacerle algunas preguntas al cardenal Martino.
Eminencia, ¿es África una prioridad para el dicasterio presidido por usted?
RENATO RAFFAELE MARTINO: Antes de ser nombrado presidente del Consejo pontificio de Justicia y Paz fui durante 16 años observador permanente de la Santa Sede ante la ONU. Durante este periodo me formé la convicción (que aumenta) de que África es un continente olvidado, por el que nadie se interesa. Estaba en el Palacio de Cristal cuando tuvo lugar el terrible genocidio de Ruanda, sin que la comunidad internacional diera los pasos debidos para evitarlo. Y por esto era mi intención comenzar, apenas tomara posesión de mi cargo, a trabajar en favor de África, a meter ruido por África…
En cambio, comenzaron los ruidos de guerra en Irak…
MARTINO: Pues si. Y esto me obligó, digamos así, a ocuparme de otros temas. Además, con lo que estaba pasando en Oriente Próximo no hubiera encontrado una opinión pública sensible, dispuesta a escuchar. Pero apenas la situación en Irak, digamos, se ha estabilizado, entonces el Consejo pontificio que presido se ha podido dedicar con especial atención a este continente desafortunado.
La ciudad de Gulu, los nigth commuters en camino con sus pocas pertenencias, mientras el ejército se prepara para rechazar posibles ofensivas del LRA. Más del 80% de las fuerzas del LRA está formado por niños y jóvenes secuestrados durante estos años

La ciudad de Gulu, los nigth commuters en camino con sus pocas pertenencias, mientras el ejército se prepara para rechazar posibles ofensivas del LRA. Más del 80% de las fuerzas del LRA está formado por niños y jóvenes secuestrados durante estos años

Y lo ha hecho con la jornada de estudio y reflexión sobre “Desarrollo económico y social de África en la era de la globalización” celebrada el pasado 21 de mayo.
MARTINO: No sólo. El 9 de julio celebramos, asimismo en Roma, un seminario internacional sobre “Pobreza y globalización”, temas que interesan especialmente a África. Esperemos que alguien nos escuche. No es suficiente mover a la opinión pública, sino que hay que llegar también a los gobiernos occidentales. Sabemos muy bien que en África existen miles de iniciativas, programas y proyectos realizados por asociaciones católicas y no católicas, por misioneros, que son un ejemplo espléndido de entrega y generosidad, y por otros. Esto es estupendo, pero es necesario, esencial, que los gobiernos de los países ricos decidan de una vez dar su aportación real.
Que tengan una política para África.
MARTINO: Sería suficiente con que respetasen la promesa que hicieron hace 34 años de destinar a los países más pobres el 0,7% de su producto interior bruto. Ahora no se llega si quiera al 0,2%, que traducido en cifras corresponde a unos 45 mil millones de dólares. Con el 0,7% se alcanzarían los 145 mil millones de dólares. Una cifra que resolvería inmediatamente gran parte de los problemas del mundo en vías de desarrollo.
Usted estuvo recientemente en Uganda. ¿Qué impresión le causó?
MARTINO: Hay que decir que de por sí Uganda no es uno de los países africanos que estén peor. El problema es que en el norte de Uganda se está consumando un genocidio desde hace veinte años, que ha involucrado de manera especialmente dramática a un gran número de niños. Se trata de una tragedia humanitaria, no hay palabras para describir su dramatismo. Hay más de un millón y medio de refugiados, de desplazados, que viven en campos de refugiados sin servicios higiénicos y con gran escasez de comida.
El 17 de mayo de 2004 los rebeldes del LRA asaltaron al rayar el día el campo de refugiados de Pagak matando a golpes de machete y a palos a 39 civiles, en mayoría mujeres y niños, y quemando 54 casas. Se comienza la reconstrucción de las casas destruidas tras el ataque de los rebeldes del LRA.

El 17 de mayo de 2004 los rebeldes del LRA asaltaron al rayar el día el campo de refugiados de Pagak matando a golpes de machete y a palos a 39 civiles, en mayoría mujeres y niños, y quemando 54 casas. Se comienza la reconstrucción de las casas destruidas tras el ataque de los rebeldes del LRA.

Y luego está el caso de esos niños que se desplazan todas las noches buscando refugio.
MARTINO: Si, los night commuters, que todas las tardes, al oscurecer, huyen de sus casas para refugiarse en hospitales, hospicios, misiones, y la mañana siguiente vuelven a los campos de desplazados o a sus aldeas. Y esto para evitar que les secuestren. He visto a estos pobres viajeros de la noche en el hospital de Lacor, cerca de Gulu: ¡eran once mil! Demasiados incluso para los magníficos misioneros que están allí y que no tienen la posibilidad de garantizarles un vaso de agua, una manta ni una comida caliente…
En su viaje a Uganda visitó también las casas de acogida para los ex niños soldado…
MARTINO: Fue una experiencia terrible. He visto muchachos sin nariz, sin brazos, sin dedos, sin orejas… Víctimas del Ejército de Resistencia del Señor de Joseph Kony. Una abominación que hay que denunciar. Y un papel primario en esta denuncia debe ser el de los medios de comunicación, y de la televisión de modo especial.
Durante este congreso organizado por Vita, la CISL y el Ayuntamiento de Roma se subrayó varias veces la paradoja de la extraordinaria movilización de hombres y medios empleados para derrocar a Sadam Husein, mientras que se deja que un “loco sanguinario” aterrorice libremente a centenares de miles de personas…
MARTINO: A veces parece que la comunidad internacional, los poderosos de este mundo, matan el tiempo con otras guerras y con otras situaciones internacionales, mientras hay poblaciones que en determinadas realidades, como en Uganda del norte, pagan un precio mayor en medio de la indiferencia de la mayoría.
En su mensaje al seminario internacional del 9 de julio el Papa reafirmó que la Iglesia hace suya la “opción preferencial por los pobres”. Una frase que parecía haber caído en el olvido…
MARTINO: La opción preferencial por los pobres es una elección profundamente arraigada en el Evangelio y en el Concilio Vaticano II. Y es de absoluta actualidad. Por eso me alegro mucho de que el Papa la usara en el mensaje a nuestro congreso del 9 de julio.


Italiano English Français Deutsch Português